Los sagrados titulares de la cofradía de Jesús El Rico podrán volver a recibir culto en su capilla de la iglesia de Santiago el tercer domingo de Pascua, el mismo día en que la corporación del Miércoles Santo acostumbra a celebrar el tradicional acto de la bendición del romero, y que este año es el próximo 22 de abril. El hermano mayor, José Rivas, confía en que para entonces estén acabados la mayor parte de los trabajos, que dirigen Pablo Pastor, por parte del Obispado, e Ignacio Rivas, de la Constructora ORP, que lleva a cabo las obras de restauración. Sólo quedaría el aspecto ornamental, que está siendo ejecutado en el taller de Trillo y Lamas.

Tras llevar a cabo varias negociaciones con la Delegación Provincial de Cultura de la Junta, que limitaba sumamente la intervención que la cofradía podía llevar a cabo en su capilla, al encontrarse en un templo declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y obligaba a respetar al máximo la reforma llevada a cabo por el arquitecto Enrique Atencia en los años 50, el gobierno autonómico ha autorizado a la hermandad para que pueda realizar y colocar elementos móviles, de quita y pon.

«Conseguimos demostrar que tanto la imagen de la Virgen de la Merced como la del Santo Ángel Custodio que había en la capilla carecían de valor alguno, ya que eran de escayola y de serie, por eso vamos a hacer unas nuevas que las sustituyan», explica Rivas.

De esta tarea se ocupa el taller de Raúl Trillo y Salvador Lamas, quienes además ejecutarán una peana de carrete de estilo rocalla para el Nazareno, los marcos decorativos, una mesa de altar portátil y de las imágenes, estofadas y policromadas, de la patrona de Instituciones Penitenciarias y del Cuerpo Nacional de Policía, hermanos mayores honorarios de la cofradía y que se han comprometido a sufragar el coste de estas tallas.

En septiembre. Todos estos trabajos, sin embargo, no podrán estar terminados hasta el próximo mes de septiembre, coincidiendo con la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, del día 14, según preció Raúl Trillo.

Rivas señala que la actuación también pondrá en valor un antiguo frente de altar de mármol rojizo del siglo XVIII, y que se encontraba tras una tabiquería. Se podrá adelantar unos metros para poder sustentar a la imagen de la Virgen del Amor en los cultos.