La cofradía del Santo Cristo Mutilado hace años que lucha contra el ostracismo. Dejó de salir el Jueves Santo en plena transición democrática por voluntad propia. Quiso restaurar el culto externo en los años 90, llegando incluso a volver a ingresar en el seno de la Agrupación, pero sin salir a la calle. Se volvió a desagrupar... Y desde hace años celebra un vía crucis en la Catedral en la tarde del Viernes Santo, durante el cuál el Cristo es portado a hombros desde la iglesia del Sagrario, su sede canónica, pasando por las calles Molina Lario y Santa María, para acceder por la puerta de San Nicolás.

La junta de gobierno, con su nuevo hermano mayor al frente, Manuel Sánchez Salcedo, se mantiene firme en su decisión de mantener al Cristo tal cual, y mientras tanto, este vía crucis será su única puesta en escena procesional. Pocos enseres del gran catálogo que forma parte de su patrimonio sacan en este acto durante el que se da lectura a las estaciones. Un coro de cámara contribuye definitivamente a lograr el ambiente que pretende la hermandad.

Pío XII decidió, mediante un privilegio pontificio, que se le pudiera dar culto a esta imagen de Crucificado de Jerónimo Gómez de Hermosilla del siglo XVII que fue profanada en 1939.