El Viernes Santo es día de tomarse las procesiones con otro ánimo. El silencio se impone en los cortejos, la exuberancia se deja de lado y predomina el negro, si acaso algunos matices de blanco, azul o rojo. La Catedral centra la tarde de esta jornada, marcada por tres hermandades de nuevo cuño..

Calvario. El Cristo de La Paz y la Unidad y la Virgen del Monte Calvario recorren ya la Cruz Verde y Peña en dirección al recorrido oficial en una tarde en la que el tiempo acompaña y en la que hay otra vez mucha gente en la calle.

El silencio preside esta procesión en la que el recogimiento se hace presente a cada tramo del itinerario. La Banda de La Paz acompaña a la dolorosa, que ha entrado en Peña con Cristo de la Agonía.

Descendimiento. El Descendimiento y la Virgen de las Angustias se han echado a la calle pasadas las cinco de la tarde desde la Capilla del Hospital Noble, donde el año que vienen tendrán ya su casa hermandad. A las seis de la tarde, el hermano mayor pidió la venia para pasar ante el Ayuntamiento.

Dolores de San Juan. Golpes secos en la puerta de la iglesia de San Juan y el templo se abrió puntual, a las 17.35 horas, para la salida del cortejo de la Archicofradía de los Dolores. Silencio, incienso, música de capilla, el canto de las monjas del convento de las hermanas de la cruz. Pies descalzos. Cruces de madera a los hombros de los nazarenos, rosarios colgando, ruan negro y esparto ceñido. Dolores de San Juan está en la calle con una procesión medida y pensada, donde el mensaje del Viernes Santo se resume en sus advocaciones titulares de Redención y Dolores. La entrada en la Alameda era puntual y entonces el cortejo enfilaba la Catedral, sobre las 21.00 horas.

Santo Traslado. La cofradía de Santo Traslado sigue recogiendo la esencia de una cofradía popular, aunque sabiendo compaginarlo con la seriedad del Viernes Santo. Familias enteras se dan cita a su salida, ofreciendo un ambiente de alegría por ver a sus titulares en la calle. La cruz guía abrió el cortejo puntualmente. Los detalles que marcan su personal estética nos llevan a los años 20, manteniendo elementos que se han perdido en el resto, como los nazarenos con sandalias y escapulario o la sección de romanos. La banda de cornetas y tambores de Jesús Cautivo acompaña al trono del Cristo, mientras la Sinfónica de la Trinidad ofreció un repertorio musical muy cuidado tras la Soledad de San Pablo.

Amor. Dos de los grandes tronos del Viernes Santo se hizo a la calle pasadas las seis de la tarde en la calle Fernando El Católico, después de que el cortejo de aires agustinos ganase la calle con orden ejemplar. La banda de cornetas y tambores de la Esperanza aporta su calidad musical para acompasar al trono del Cristo del Amor, mientras que la Banda de Música de la Expiración hace lo propio con una elegante Virgen de la Caridad.

Piedad. La saeta de Celia rompió el silencio de El Molinillo en la salida de la Piedad, que vive dos escenarios distintos cada Viernes Santo. Uno es en su barrio, donde se siente el calor de la gente, de la familia, de los vecinos. Una vez que entra en Ollerías, el tono es más serio. De gente pidiendo silencio mientras toca la Banda de Música de Zamarrilla. El trono de la Piedad se gusta, se acompasa con la música y lleva el paso al ritmo de una cruceta musical bien pensada.

Sepulcro. La Marcha Fúnebre de Chopin marca el paso del catafalco de Moreno Carbonero del Sepulcro, uno de los momentos claves del Viernes Santo y que es muy esperado por el público, que actúa con respeto al paso de este trono. Se pide silencio y se consigue para recibir a esta hermandad. La Virgen de la Soledad ganó la calle con su palio de malla y el trono más ancho de Málaga. El movimiento de su palio y el sonido que produce fueron cerrando el Viernes Santo a la espera de Servitas.

Servitas. El Viernes Santo llega a su fin con la Virgen de los Dolores de Servitas, que ha salido desde el interior de San Felipe Neri entre un absoluto silencio del público presente. Las luces se apagaron a su paso, dejando que la oscuridad se adueñe de la calle en señal de luto al paso de este cortejo, de que solo se escucha el rezo de la Corona Dolorosa. La entrada en Carretería sí se ha hecho con luz, por respeto a la procesión del Santo Traslado, que discurría por el mismo itinerario unos metros más adelante.