Festivales de música hay muchos, incluso los hay bastantes muy singulares pero como el Canela Party, desde luego, sólo hay uno. Porque, ¿cuántos festivales conocen ustedes que aún se den cuenta de que la palabra festival viene de fiesta? A estos señores que llevan ya trece años (¡más de una década!), no: por eso llevan tanto tiempo empeñados en que no nos olvidemos de que la música es una experiencia comunal, divertida y catártica... a la que puedes ir disfrazado de lo que te dé la gana. Pero que te dé la gana. Porque para hacer el canela hay que disfrazarse. Es, sin duda, como dicen sus responsables, «el gran pitote del verano».

La cosa lleva ya varios días con diferentes fiestas y presentaciones, pero hoy empieza realmente lo fuerte. Primero, tenemos un MiniCanela para niños y mascotas. Acceso gratuito y, sí, para todos los públicos. Ojito al cartel.

El Grajo, Yawners y No Vacation le pondrán banda sonora a una fiesta en la que está todo el mundo invitado. Atención a No Vacation, una aventura de Sabrina Mai para luchar contra su depresión y que ahora es la mejor banda de post-tropical sad core, como ellos mismos se definen con guasa. La cita, en el Auditorio Playa Virginia, en El Palo, a partir de las 20.00 horas.

La fiesta continuará al día siguiente, a partir de las 13.00 horas. Acceso gratuito, Vermú y paella con tu invitación para ver a Isasa y Negro en el Drunk O Rama (calle Ramón Franquelo, 7). Sesión de mediodía, fiesta a plena luz del sol.

La esencia verdadera del Canela, o sea, la fiesta de disfraces, el gran pitote, tendrá lugar también mañana ,en la Sala París 15, a partir de las 20.00 horas. Aquí la cosa se pone seria: Notes To Myself, Mourn, El Último Vecino, Skegss, Preoccupations, Triángulo de Amor Bizarro, DJ Coco y Pálida se subirán al escenario desde el que contemplarán a un buen puñado de pirados pasándoselo bomba con todo tipo de disfraces y atuendos más o menos imposibles. Tres recomendaciones musicales: el regreso de Notes To Myself, unos clásicos de la escena postrock, adelantados aquí para su época; Skegss, garage hecho en Australia, que es donde se hace buena parte del mejor garage; y Preoccupations, post-punk complejo, psicodélico y de muchas aristas, en el que uno puede perderse.