Entrevista | Pedro Bendala Director del Aeropuerto Málaga-Costa del Sol. Premio Turismo 2021

"El aeropuerto ahora debe ser un espacio abierto a la sociedad"

El Aeropuerto de Málaga pasó de gestionar los mejores datos de su historia en cuanto a volumen de tráfico aéreo y de pasajeros en el año 2019 a tener prácticamente al mínimo sus instalaciones durante el confinamiento de 2020. A partir de ahí, una eficiente reorganización para preservar la seguridad de viajeros y trabajadores.

El director del Aeropuerto Málaga-Costa del Sol, Pedro Bendala

El director del Aeropuerto Málaga-Costa del Sol, Pedro Bendala / julián nieto

Antes, durante y después de la pandemia, el aeropuerto malagueño se ha significado como una infraestructura fundamental para el turismo. El confinamiento puso de manifiesto su capacidad de adaptación y resiliencia y ahora colabora dinamizando la recuperación económica.

¿Cómo valora la concesión del Premio Turismo 2021 que le otorga La Opinión al Aeropuerto de Málaga?

Nos da mucha alegría por ser vosotros quienes nos lo dais, que sois un periódico cuya importancia trasciende de lo malagueño; segundo porque es el Premio de Turismo que es el sector al que estamos más ligados. Nos sentimos muy orgullosos porque nuestro trabajo está orientado a dar servicio a la sociedad y a la mejora de la economía. Es un reconocimiento al trabajo realizado por todo el personal de Aena en este año y medio tan complicado y porque poco a poco el turismo empieza a dar síntomas de recuperación.

¿Cómo se gestiona pasar en unas pocas semanas de tener las mejores cifras de la historia a tener el aeropuerto vacío y dedicado a labores esenciales, sanitarias y de repatriación?

Fue difícil, no por la cuestión técnica, pero sí por la anímica. El aeropuerto está preparado para crecer en actividad y no al contrario. Hubo que repatriar a miles de ciudadanos y se resolvió gracias al trabajo de coordinación entre todos los agentes implicados (autoridades públicas, aerolíneas, cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, etc.). Nos quedamos sin actividad, prácticamente solo con algunos vuelos para traer material sanitario, pero allí estaban los equipos del aeropuerto para arrimar el hombro.

¿Cuál es el balance que hace de la actividad del aeropuerto malagueño en esta temporada veraniega, la segunda afectada por la pandemia de coronavirus?

Las cifras son buenas pero esperamos que en el futuro sean mejores. En los primeros 6 meses del año, los datos fueron pobres por todas las olas que se iban sucediendo y la poca movilidad. Pero llegó junio, y desde ese mes a septiembre hemos tenido 4,5 millones de pasajeros, cuando de enero a junio sólo tuvimos un millón. Este verano el tráfico aéreo ha sido muy significativo, no tanto como otros años evidentemente, pero ahora que abordamos el final de la campaña de verano estamos en una posición de tráfico creciente respecto al mes de junio. El desbloqueo de la movilidad del visitante británico está provocando que las cifras de tráfico no decaigan como suelen hacerlo en esta época del año en la que estamos. La temporada de verano se está alargando, es una buena tendencia la que tenemos.

¿Cómo serán las cifras que prevén a finales del año teniendo en cuenta que los británicos empiezan a tener una movilidad más amplia desde octubre?

Hacer previsiones, aunque sea a dos meses vista, es realmente aventurado y más en esta situación en la que nos encontramos que es muy cambiante. Cada país tiene situaciones diferentes en su lucha con la pandemia. A día de hoy las reservas y los vuelos son buenas. Pensamos que para este último trimestre las previsiones son optimistas. Hay que ver cómo avanzan los vuelos, los asientos, los factores de ocupación de los aviones, que todavía no lo hemos recuperado, etc..

Con la temporada veraniega llegando a su fin el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol ha atendido en el periodo de junio a septiembre un total de 44.840 operaciones y 4.523.804 viajeros, lo que da una idea muy certera de la constante recuperación que se observa en el aeródromo malagueño

Los buenos datos del usuario nacional sustentan las estadísticas

Para nosotros y para todos los destinos. Ha sido un año atípico, en agosto hemos tenido 300.000 pasajeros nacionales. Esto es el primer año que pasa. El británico poco a poco se va recuperando y ya pensamos que en las cifras de septiembre y octubre va a volver ser el mayoritario, nuestro principal mercado, porque el viajero nacional suele volar en julio y agosto. Un síntoma más de que nos acercamos a la normalidad.

En el aeropuerto malagueño han puesto el foco en transmitir que volar y transitar por sus instalaciones es seguro. La concesión de la Airport Helth Accreditation por parte del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI Europe), refrenda este dato ¿Ha sido la parte más importante y estratégica en su gestión durante el Covid? ¿Cómo ha sido el proceso de obtención de esos certificados?

El transporte aéreo es seguro desde todos los puntos de vista, pero el pasajero necesitaba que le diéramos credibilidad a esa afirmación y por eso hemos obtenido los certificados, como el de la Airport Helth Accreditation. Tenemos otro certificado de una entidad privada muy prestigiosa, Skytrax, y además aplicamos diariamente cientos de medidas que refuerzan la seguridad.

La pandemia les ha obligado a gestionar de diferente manera. ¿Qué conclusiones han sacado de todo este proceso que sirvan para el futuro a corto plazo?

Nos va a servir de mucho y nuestra obligación es aprender de lo vivido recientemente y lo que nos ha ocurrido a cada uno en nuestro ámbito. Hemos aprendido a ser muy flexibles a la hora de adoptar medidas y tomar decisiones. Una vez incorporados todos los procesos, nuestro compromiso es que la experiencia de estar en un aeropuerto sea sencilla, cómoda, asequible y amable, y para ello utilizaremos más digitalización, mejoraremos procedimientos, instauraremos otros etc., pero esto no es inmediato y hay que ir perfeccionándolos.

¿Cómo quiere que sea el Aeropuerto de Málaga de la era postcovid?¿Cuáles son los grandes objetivos del Aeropuerto cuando la normalidad esté instalada?.

En la pandemia el aeropuerto ha sido un espacio cerrado. Ahora lo que queremos es que sea un espacio abierto a los usuarios, a la sociedad, a los visitantes, a los pasajeros, etc., con una infraestructura a su servicio. Queremos espacios para compartir y generar confianza entre los usuarios.

¿Qué lugar van a ocupar el medio ambiente y la innovación en esa gestión?

Fundamental. Es voluntad de esta empresa, pero también el DRA (el Documento de Regulación Aeroportuario), la normativa por la que nos regulamos y regimos, nos establece una serie de requisitos ambientales (seis indicadores, como son generación de Co2 y residuos, consumo de agua, referentes a emisiones, etc.) que tenemos que cumplir. En este tema tenemos que ser eficientes y transparentes de cara a los ciudadanos.