La presión que está generando la pandemia de la COVID-19 en el sistema sanitario ha provocado que uno de cada cinco cánceres haya quedado sin diagnosticar o se detecte tarde, según los cálculos de un estudio liderado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

El estudio 'Impacto sanitario del coronavirus en la atención hospitalaria a pacientes oncohematológicos', impulsado por la AECC y diversas sociedades médicas del ámbito de cáncer, concluye que se han detectado un 21 % menos de casos nuevos en los servicios sanitarios españoles en el periodo analizado, de marzo a junio de este año, en comparación con los mismos meses del año anterior.

Como, según los expertos, nada hace pensar que este 2020 tuviera que haber menos cáncer hematológico (como leucemias o linfomas) de lo que es habitual, la conclusión es que ese 21 % correspondería a enfermedades no detectadas.

Así, "durante la primera ola de la pandemia uno de cada cinco pacientes con este cáncer se ha diagnosticado tarde o no se ha diagnosticado", ha alertado la directora médica de la AECC y coordinadora del estudio, Mariluz Amador. En este contexto, esta doctora ha remarcado que no hay que tener miedo de ir al doctor pese a la pandemia de la COVID y que nunca se debe "demorar la consulta" si se tienen sospechas de enfermedad.

Habida cuenta de que son los doctores de cabecera los que habitualmente detectan los indicios de cáncer, el presidente de la AECC, Ramón Reyes, ha instado a las autoridades sanitarias a "desbloquear la atención primaria", actualmente bajo presión por la pandemia de la COVID.

El estudio, con datos recogidos entre el 30 julio y 12 de octubre en hospitales españoles -no segmentados por comunidades autónomas-, observó una disminución del 30 % en las citologías y un 23 % en las biopsias con diagnóstico de cáncer. La atención de pacientes en hospital de día decayó un 14 %, se hicieron un 9,5 % menos de tratamientos de quimioterapia y un 5 % menos de radioterapia, y los participantes en ensayos clínicos bajaron un 30 %. Si bien hubo menos actividad diagnóstica y pacientes nuevos, casi se triplicaron las consultas telefónicas.