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Qué nos dice una colonoscopia y cuándo hay que realizarla

La colonoscopia, como su propio nombre indica, consiste en la visualización del interior del colon, también llamado intestino grueso.

Qué nos dice una colonoscopia y cuándo hay que realizarla

Qué nos dice una colonoscopia y cuándo hay que realizarla

Dr. Luis Barranco Priego, jefe del Servicio de Digestivo y Endoscopia de Clínica Corachan

La colonoscopia, como su propio nombre indica, consiste en la visualización del interior del colon, también llamado intestino grueso. Para ello el médico utiliza un instrumento llamado colonoscopio, con forma de un tubo flexible y delgado provisto de una fuente de luz y una cámara de video, un canal de irrigación y aspiración y un canal de trabajo por el cual se introducen los instrumentos endoscópicos, tales como pinzas de biopsia, asas de polipectomía etc.

Para realizar el examen, “el colonoscopio se introduce por el recto y se avanza maniobrando lentamente hasta explorar la totalidad del colon, e incluso el final del intestino delgado”, detalla el Dr. Luis Barranco Priego, jefe del Servicio de Digestivo y Endoscopia de Clínica Corachan.

La limpieza previa del colon es imprescindible para la realización de una colonoscopia. La correcta preparación del colon es un punto crucial para realizar un examen del colon de calidad y con resultados óptimos, ya que una preparación insuficiente o inadecuada condiciona que algunas o muchas áreas del colon no puedan ser exploradas y, por tanto, no se puedan detectar lesiones, incluido el cáncer, si este es de pequeño tamaño. La preparación consiste básicamente en la realización de una dieta sin residuos vegetales en los días previos, y en la toma de un catártico que son fármacos que aceleran el tránsito intestinal para vaciar el contenido fecal del colon antes de la realización de la colonoscopia.

Cuándo realizar una colonoscopia

Los síntomas que pueden motivar la indicación de una colonoscopia son muy variados, en función de las diferentes enfermedades que pueden afectar al colon. Según explica el Dr. Barranco, “los síntomas más frecuentes son la hemorragia a través del ano, los trastornos del ritmo intestinal, tanto estreñimiento como diarrea, especialmente si se acompañan de pérdida del apetito y de peso y el dolor abdominal”. El especialista de Clínica Corachan también señala que “una vez indicada por el médico, la colonoscopia debe realizarse en la mayor brevedad posible, si es para el diagnóstico inicial de una enfermedad, si bien la mayor urgencia debe ser la sospecha de un cáncer de colon o de recto”.

La colonoscopia, a pesar de ser una prueba mínimamente invasiva, puede resultar molesta, e incluso dolorosa por la distensión del colon, debido a la insuflación necesaria para poder ver la mucosa, así como por el avance del propio endoscopio.

Por este motivo hoy en día, en nuestro medio, todas las colonoscopias se realizan bajo sedación, bien consciente o generalmente profunda, en la cual el paciente está dormido durante toda la exploración, pero con respiración espontánea sin necesidad de intubación orotraqueal, y estar conectado a un respirador. La sedación es una práctica segura en manos expertas (generalmente la administra un anestesista) y no sólo permite hacer la exploración sin molestia para el paciente, también proporciona al médico que realiza la colonoscopia unas condiciones de tranquilidad que permiten realizar la exploración o el tratamiento endoscópico oportuno en las mejores condiciones.

La colonoscopia nos permite identificar lesiones de la mucosa del colon tales como pólipos, lesiones vasculares sangrantes, divertículos y el cáncer de colon. También nos permite evaluar el estado de la mucosa y detectar inflamaciones y úlceras que pueden asociarse a la enfermedad inflamatoria intestinal, es decir, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, entre otras. La colonoscopia permite obtener biopsias, extirpar lesiones tales como los pólipos o incluso el cáncer precoz y aplicar tratamientos hemostáticos para hemorragias.

Salvo la sospecha de perforación intestinal o diverticulitis aguda complicada, o en situaciones de alto riesgo anestésico por enfermedades del paciente, en condiciones controladas, no existen otras contraindicaciones para poder realizar una colonoscopia sin ningún problema.

“La colonoscopia se indica principalmente para el diagnóstico y tratamiento de la hemorragia digestiva con origen en el intestino grueso o colon, que puede manifestarse de forma aguda con la emisión de sangre por el ano, o bien de forma crónica con síntomas de anemia; el diagnóstico de alteraciones del tránsito intestinal; el dolor abdominal y enfermedades inflamatorias del intestino”, precisa el Dr. Barranco. De especial importancia es el diagnóstico del cáncer de colon y recto, incluso su tratamiento si se tratan en etapas muy iniciales.

Dependiendo de la patología diagnosticada, o los hallazgos de la colonoscopia inicial, puede ser necesario establecer un seguimiento, repitiendo la colonoscopia, cuya frecuencia es variable según el caso concreto de cada paciente. Por ejemplo, en el caso de haberse detectado pólipos en el colon o tener antecedentes familiares de cáncer de colon, se debe realizar un seguimiento que depende de varios factores como los propios antecedentes del paciente o la naturaleza de los pólipos extirpados en la colonoscopia previa.

Aunque las primeras exploraciones del colon, al menos de sus tramos finales, se describieron entre finales del siglo IX y principios del XX, no fue hasta 1969 cuando se logró la primera exploración completa del colon con un colonoscopio flexible. Desde entonces, los avances tecnológicos, tanto en la óptica como en la maniobrabilidad y materiales, sobre todo los aparecidos en los últimos 20 años, han hecho de la colonoscopia el denominado “gold standard” o técnica de referencia para el diagnóstico de cualquier patología colónica, ya que la visualización directa del colon no sólo da información visual, también permite la toma de biopsias para establecer el diagnóstico definitivo de las enfermedades del colon, al ser el método diagnóstico existente con la mayor precisión diagnóstica.

En la actualidad, dada la amplia disponibilidad de centros donde se realiza endoscopia, el acceso para la prescripción de la colonoscopia es abierto y cualquier médico la puede solicitar. En nuestro país, y en la mayoría de los países de nuestro entorno, la endoscopia en general y la colonoscopia en particular es una técnica que pertenece a la especialidad del aparato digestivo y, por tanto, debe ser realizada por especialistas en aparato digestivo con formación en endoscopia.

Tanto la colonoscopia como la sedación anestésica que se precisa para la misma son muy seguras. No obstante, ninguna de las dos está exenta de riesgo de complicaciones, como cualquier práctica médica. Por tanto, “para garantizar la seguridad del paciente, la colonoscopia debe realizarse en un entorno hospitalario donde disponen de los recursos para el diagnóstico y tratamiento de una eventual complicación, es decir se debe realizar en un entorno donde existan medios de diagnóstico radiológico, cirujanos, y una unidad de cuidados intensivos”, concluye el jefe del Servicio de Digestivo y Endoscopia de Clínica Corachan.