GERIATRÍA Y NUTRICIÓN

Así es la dieta MIND, capaz de retrasar el envejecimiento del cerebro

Es un híbrido entre la dieta mediterránea y la dieta DASH (pensada para detener la hipertensión) y puede reducir el riesgo de que una persona desarrolle demencia por la enfermedad de Alzheimer.

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dieta / Pixabay

Patricia Díaz

Los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rush, en Chicago, han descubierto que los adultos mayores pueden beneficiarse de la dieta MIND para evitar unos depósitos que, por lo general, interfieren con el pensamiento y las habilidades para resolver problemas.

La dieta MIND es un híbrido entre la dieta mediterránea y la dieta DASH (pensada para detener la hipertensión) y ya en los primeros estudios se planteó como una fórmula que puede reducir el riesgo de que una persona desarrolle demencia por la enfermedad de Alzheimer.

Tanto que investigaciones anteriores a ésta arrojaron resultados que aseguraban que la dieta MIND retrasa el envejecimiento cerebral en 7,5 años, y disminuye las probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Un estudio DE 25 AÑOS

Un estudio publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease viene a mostrar, incluso con pruebas post mortem, que esta dieta ayuda decisivamente a retrasar los problemas cognitivos, también con patologías cerebrales.

Así lo explica el doctor Klodian Dhana, autor principal del artículo y profesor asistente en el Departamento de Medicina Interna de Rush Medical College:

– "Algunas personas tienen suficientes placas y ovillos en el cerebro para tener un diagnóstico post mortem de la enfermedad de Alzheimer y, sin embargo, no desarrollan demencia clínica en su vida".

– "Algunos tienen la capacidad de mantener la función cognitiva a pesar de la acumulación de estas patologías en el cerebro, y nuestro estudio sugiere que la dieta MIND está asociada con mejores funciones cognitivas independientemente de las patologías cerebrales relacionadas con la enfermedad de Alzheimer".

Así fue la investigación

Esta investigación examinó, desde el inicio del estudio hasta la muerte, la relación existente entre la dieta y las patologías cerebrales y funcionamiento cognitivo, en adultos mayores.

El Proyecto comenzó en 1997 con 569 participantes del área metropolitana de Chicago, en su mayoría blancos y sin demencia conocida.

Todos ellos acordaron someterse a evaluaciones clínicas anuales mientras estaban vivos, y a una autopsia cerebral después de su muerte.

Las evaluaciones anuales incluían también pruebas cognitivas para ver si habían desarrollado problemas de memoria y pensamiento.

Y, además, a partir de 2004 los participantes recibieron un cuestionario sobre su alimentación. Concretamente sobre la frecuencia con la que comieron 144 alimentos el año anterior.

Las conclusiones

Usando las respuestas del cuestionario, los investigadores le dieron a cada participante una puntuación de dieta MIND.

La "nota" de cada uno estaba basada en la frecuencia con la que comía alimentos saludables y no saludables durante el período de estudio.

Y de ahí sacaron un promedio de la puntuación de la dieta MIND desde el inicio del estudio hasta la muerte del participante. Con siete medidas de sensibilidad para confirmar la precisión de los hallazgos.

"Descubrimos que una puntuación más alta en la dieta MIND se asoció con una mejor memoria y mejores habilidades de pensamiento, independientemente de la patología de la enfermedad de Alzheimer y otras patologías cerebrales comunes relacionadas con la edad".

Tan es así que el doctor Dahna, autor del estudio, señaló:

  • "La dieta parece tener una capacidad protectora y que puede contribuir a la resiliencia cognitiva en los ancianos".
  • "Los cambios en la dieta pueden afectar el funcionamiento cognitivo y el riesgo de demencia, para bien o para mal", continuó.
  • "Hacer cambios en la dieta y el estilo de vida de una persona es muy sencillo, y puede ayudar a retrasar el deterioro cognitivo en el envejecimiento y contribuir a la salud del cerebro".

Esta dieta, que es un híbrido entre la dieta mediterránea y la dieta DASH, tiene 15 componentes dietéticos, incluidos 10 «grupos de alimentos saludables para el cerebro» y cinco grupos no saludables.

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"La dieta parece tener una capacidad protectora y que puede contribuir a la resiliencia cognitiva en los ancianos" / Pixabay

Para adherirse a la dieta MIND y beneficiarse de ella, una persona necesitaría comer al menos:

Todos los días:

Tres porciones de cereales integrales, una verdura de hoja verde y otra verdura.

Está probado que las hojas verdes, como la col rizada, el repollo, la espinaca y la lechuga, están repletas de nutrientes como el folato, la vitamina E, los carotenoides y los flavonoides que, tomados diariamente, retardan el envejecimiento cerebral.

Merienda y aperitivos

La mayoría de los días, con nueces.

Son el mejor alimento para tomar entre horas, y aunque pueden ser altas en calorías y grasa, están llenas de vitamina E y son conocidas por sus cualidades protectoras del cerebro.

Recomienda comer un puñado por lo menos cinco veces a la semana. Y las considera ideales para sustituir a las patatas fritas y aperitivos varios envasados.

Las nueces deben ser tostadas en seco o crudas, sin sal, y que no contengan sodio, edulcorantes ni aceites agregados.

Cada dos días: legumbres.

De la misma manera que la dieta MIND limita el consumo de carne roja, recomienda el de legumbres.

Considera que son un buen sustituto porque contienen proteínas y fibra, nos quitan el hambre y, como son ricas en vitamina B, son importantes para la salud cerebral.

Al menos dos veces por semana: aves y frutas.

La fruta es también una parte fundamental de esta dieta, pero entre todas ellas destacan las bayas.

Así lo prueba un estudio realizado durante 20 años, con más de 16.000 adultos:

En él, l os que comían la mayor cantidad de arándanos y fresas presentaban los índices más lentos de deterioro cognitivo. La razón, los altos niveles de flavonoides de las bayas.

Al menos una vez a la semana: pescado

En una investigación anterior se mostró que los adultos mayores de 65 años que comían pescado una vez a la semana o más obtuvieron mejores resultados en las pruebas de memoria y en los juegos de números difíciles

Pero la dieta MIND considera que con una vez a la semana puede ser suficiente.

Siempre, aceite de oliva y una copita de vino

Procedente de la dieta mediterránea, el aceite de oliva es otro alimento básico de la dieta MIND.

Los investigadores recomiendan usarlo como aceite de cocina principal y avisan que mejor tenerlo en una botella opaca o de vidrio oscuro, ya que la luz hace que se estropee más rápido.

En cuanto al vino, aunque la mayoría de los estudios coinciden en recomendar prescindir del alcohol siempre y en todos los casos, en la dieta MIND aceptan una copita de vino todos los días con la cena.

Lo que no debe comer

Una persona también debe limitar la ingesta de los alimentos designados como no saludables:

  • Carnes rojas
  • Mantequilla y margarina en barra: limitarla a menos de 1 1/2 cucharaditas al día.
  • Dulces y pasteles, menos de una porción a la semana.
  • Menos de una porción a la semana de queso integral.
  • Los fritos y la comida rápida.