Amando Alonso es el hermano mayor de la Expiración, una cofradía que fue pionera en Málaga al disponer de la primera casa hermandad en los años 60. Tras una profunda remodelación de este primer edificio en 1993, ahora la archicofradía se enfrenta al reto de ampliarla en un solar cercano. Como arquitecto y cofrade, Amando Alonso reflexiona sobre la dialéctica entre historicismo y modernidad en las nuevas sedes cofrades.

La estética de las casas hermandad ha cambiado mucho en los últimos años. Ahora se opta por un diseño más moderno, frente a lecturas historicistas. ¿Cuál debe ser el camino?

La ubicación de una casa hermandad influye en su diseño. Es una decisión compleja decidir entre un diseño actual o uno acorde con el estilo barroco de la Semana Santa. La solución, en nuestro caso, cuando hicimos la rehabilitación de la casa hermandad, reestudiamos el edificio porque se quedó en primera línea, anexo a la iglesia de San Pedro y con una imagen que no tenía nada que ver con el templo.

Esa rehabilitación de vuestra casa hermandad supuso acercarse a una estética cercana a San Pedro. ¿Qué opción tenéis para la proyectada ampliación de la casa hermandad?

En la ampliación no vamos a seguir la misma estética, porque además es un edificio exento y en un entorno con edificios modernos. Haremos una lectura distinta. La actual casa hermandad envuelve al templo y se adecua al él, mientras que el edificio futuro tendrá una lectura más actual.

No hay, entonces, una regla que se pueda aplicar de forma general a los edificios cofrades.

Influye mucho el entorno. Es importante hacer un edificio acorde con el movimiento arquitectónico actual, pero en el Centro hay que considerar también el entorno. Las casas hermandad de los Estudiantes y del Sepulcro no representan una arquitectura clásica, aunque tengan ciertos elementos en su interpretación, pero están bien resueltos y con un resultado muy conseguido.

¿Es difícil integrar una casa hermandad en un entorno urbano?

El problema más difícil de resolver es el portón que se reserva para el trono, que es lo más complicado de integrar. Suelen tener de 4 a 5 metros de altura, por lo que descompone el ritmo de la fachada y de los huecos con los edificios colindantes. Es difícil de encajar en un solar medianero y mantener el ritmo de huecos de una calle.

¿Cómo ve los últimos diseños de casas hermandad, con una estética más moderna?

No conozco todas, pero por ejemplo Nueva Esperanza ha optado por un edificio acorde con el contexto actual y que encaja en un barrio moderno que no tiene edificios históricos. En las zonas de nueva construcción es más factible la lectura de un edificio moderno y no historicista.

¿Cómo han evolucionado las sedes cofrades desde esa primera casa hermandad de la Expiración, que fue pionera en Málaga?

Nuestra casa hermandad estaba adecuada a una forma de vida cofrade distinta a la actual, ya que no había este tipo de edificios y la Semana Santa se terminaba el Domingo de Resurrección. Sólo se buscó espacio para un salón de tronos y un pequeño museo. Ahora tenemos 200 niños en el Aula de Música y nuevas necesidades, por lo que tenemos que reestructura el edificio. Las nuevas cofradías, en cambio, ya parten con la idea de incorporar un aula de música o un museo.