Almogía, La Bonita, como la llamaron los árabes, está ubicada en un punto estratégico al oeste de los Montes de Málaga. Llegamos a este municipio desde Málaga, de aproximadamente 4.500 habitantes y a 23 kilómetros de distancia de la capital, por la vieja carretera de Antequera.

La Semana Santa se plasma en sus estrechas calles el Jueves, Viernes Santo y Domingo de Resurrección.

Almogía, se prepara para sacar parte de sus joyas a las calles durante una Semana Santa rica en matices. Ha sabido mantener su idiosincrasia por encima de los parecidos. La eterna dicotomía entre los de Jesús y los de Cristo tiene en este municipio una forma propia de expresarse, que actúa como elemento diferenciador del resto de celebraciones cofrades de la provincia y del resto de Andalucía. Los personajes que participan en la procesión son propios y diferentes.

Las familias se enraízan en las cofradías por generaciones, debido fundamentalmente al sistema dual de hermandades existentes, cuya adscripción a una de ellas se realiza casi desde la infancia y por filiación patrilineal, destacando el gran sentido de pertenencia que tienen sus cofrades y devotos, participando de forma activa en los cultos programados en cualquier época del año.

Abren los actos oficiales de nuestra Semana Santa la celebración del Cabildo General de Hermanos, en la noche del Miércoles Santo en las respectivas casas de hermandad de cada cofradía.

Tras la Limosna, que voluntariamente aportan los hermanos, donde se nombra uno por uno a cada una de ellos, se celebra la Subasta de los Cargos: la Magdalena, el Ángel y el Campanillero.

Estos personajes vienen heredados del antiguo Paso o representaciones sacras que se celebraban en la plaza del pueblo a modo de autos sacramentales.

Estas peculiaridades son comunes en ambas salidas procesionales, además de la figura del Mayordomo, cargo honorífico que recoge el peso de la tradición, así se denominaba en los orígenes a la cabeza visible de la hermandad.

La familia es la piedra angular de la Semana Santa, las hermandades se constituyen en una gran familia o, acaso, una familia de familias. Sin duda, serán unos días difíciles de olvidar para aquella familia que uno de sus miembros tenga el privilegio de encarnar algún cargo de la procesión.

La Magdalena, es encarnada por una joven que camina en la procesión sin apartar la mirada de un crucifijo que lleva entre sus manos durante todo el recorrido.

El Ángel suele ser una niña de corta edad, vestida con túnica blanca y unas alas, heredera de la representación de la escena del Antiguo Testamento del sacrificio de Isaac.

El Campanillero era la persona encargada de anunciar la llegada de la procesión con el repique de una campana. Hoy esta función recae en un niño de edad similar a la del Ángel.

Salida procesional

Como particularidad de las salidas procesionales podríamos comentar que en ambas hermandades de la localidad, la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la del Santo Cristo de la Vera+Cruz, se diferencian claramente la formación de las secciones del Señor y de la Santísima Virgen. Los hermanos y devotos son los que forman parte de la primera sección, ataviados con traje oscuro y escapulario de la hermandad y portando hachetas. Sólo forman parte de la sección de la Virgen mujeres, quedando exclusivamente los equipos de nazarenos para los cargos de procesión, enseres y niños.

En el aspecto patrimonial la Semana Santa de Almogía sorprende al visitante por su riqueza. Encontramos piezas de orfebrería y platería de talleres hispalenses tales como Manuel de los Ríos, orfebrería Maestrante, Hijos de Juan Fernández, Antonio Santos Campanario, orfebrería Ramos, talleres cordobeses como Díaz Roncero, Angulo o Manuel Valera. En cuanto al bordado, hay que destacar el manto procesional de la Virgen de los Dolores realizado por las RR.MM. Adoratrices bajo el diseño de Juan Casielles del Nido en 1965. En este aspecto, en los últimos años Salvador Aguilar y el taller de Manuel Mendoza han trabajado con la Hermandad de Jesús Nazareno, así como Francisco Beltrán y el taller de Joaquín Salcedo con la cofradía de la Vera+Cruz, marcando las tendencias a seguir en cada una de las corporaciones.

En este año de 2011 se estrena el nuevo manto procesional de María Santísima de los Dolores, obra del taller de Manuel Mendoza, que sustituye al anterior de las Hermanas de San Carlos.

Tallistas como el malagueño Pedro Pérez Hidalgo, de gran producción en la localidad, o los hispalenses Hermanos Durán y el maestro Guzmán Bejarano, presentan obras en el pueblo de Almogía, bien en retablos y capillas, bien en tronos procesionales de sus sagrados titulares.

Nazareno

La primera referencia escrita que encontramos de la hermandad aparece en testamentos de hermanos fechados en 1661. Los estatutos más antiguos que se conservan datan del año 1892, en los que se recoge que fue «canónicamente erigida en esta Villa por el Papa Pío VI el año 1775».

En los sucesos del año 1936 se produce la desaparición de las primitivas imágenes y de toda la documentación que la hermandad poseía hasta la fecha, de la que se conserva casi en exclusividad los estatutos de 1892, los objetos de platería como Campana de Campanillero y Cetro de Mayordomía y la antigua túnica de Jesús Nazareno que aún hoy se expone en la casa hermandad.

El 5 de abril de 1938 se produce la reorganización, según se recoge en el Acta de Sesión Extraordinaria de ese día. En esta sesión se informa del generoso gesto de la familia Gómez Pedregosa, pues adquieren para la hermandad la nueva imagen de Jesús Nazareno, tallada por el imaginero granadino José Navas Parejo Pérez, que procesiona en la tarde del Jueves Santo.

A partir del año 1947, Jesús Nazareno irá acompañado en su salida procesional por María Santísima de los Dolores, talla del insigne imaginero malagueño Francisco Palma Burgos.

En 1943 se adquiere la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, de Francisco de Paula Gomara, de Barcelona, que hace su salida procesional en la noche del Viernes Santo y como característica peculiar destacaríamos su acompañamiento compuesto por una capilla musical de violines.

Destacar como fechas la fundación de la Banda de Cornetas, Tambores y Música en febrero de 1981 y la bendición de la casa hermandad en 1987.

Vera+Cruz

Pocos son los datos y documentos con los que contamos para profundizar en los orígenes de la Hermandad de la Vera+Cruz de Almogía, dada la desaparición de sus archivos en el año 1936, junto con las imágenes sagradas y la mayor parte de sus enseres para el culto.

No obstante, es sabido que las hermandades y cofradías malagueñas que rinden culto a la Santa Vera+Cruz hunden sus orígenes en el siglo XVI.

Con todo, como únicos elementos patrimoniales llegados a nuestros días y que constatan fehacientemente la existencia de la hermandad durante siglos pasados, se destacan el Cetro del Mayordomo, fechado en 1732, y la Campana del Campanillero, de 1737, los cuales llevan inscritas sendas leyendas relativas a su origen.

La actual imagen del Santo Cristo de la Vera+Cruz, crucificado muerto atribuido al imaginero malagueño Pedro Pérez Hidalgo, es de 1942. En esta nueva etapa, en la noche del Jueves Santo de 1947 procesiona la imagen de la Virgen de los Dolores, dolorosa de candelero de autor anónimo (siglo XVII-XVIII) donada expresamente a la hermandad por Candelaria Arrabal Antúnez.

En 1980 se bendice la imagen de San Juan Evangelista, realizada por Pérez Hidalgo, y justo un año después la de María Santísima de Concepción y Lágrimas, obra del mismo artista que procesiona la tarde del Viernes Santo tras los pasos del Santo Entierro, obra del imaginero hispalense Juan Manuel Miñarro.

El 20 de marzo de 1983 se inaugura la casa hermandad al tiempo que se funda la Banda de Cornetas y Tambores de la hermandad, culminándose un año después el proyecto musical con la creación de la Banda de Música.