Fusionadas avanza con paso firme en el proyecto de construcción de su nueva casa hermandad en la plaza Enrique García-Herrera, en el entorno de la plaza Camas. La cofradía mira a finales de año para iniciar la obra de construcción de este proyecto, que supondrá un antes y un después en la entidad y completará el cerramiento previsto de la actual plaza.

El hermano mayor de Fusionadas, Eduardo Rosell, explicó que la idea es poner la primera piedra de la casa hermandad a finales de este año e impulsar la obra para que en 2017 esté terminada y con el traslado ya realizado.

Para ello, la cofradía ya cuenta con el estudio de detalle aprobado y con las catas del terreno en marcha, para completar el proyecto de ejecución. Este trabajo se está haciendo además en coordinación con la Gerencia Municipal de Urbanismo y se espera que en pocas semanas se pueda tener redactada la documentación necesaria para solicitar la licencia.

La casa hermandad de Fusionadas quedará con parte de su fachada al Pasillo de Santa Isabel, con una altura de cinco plantas, una menos de las previstas inicialmente.

La nueva sede de Fusionadas tendrá unos 1.600 metros cuadrados, suficiente para dar cabida a las seis mayordomías que conforman las Reales Cofradías Fusionadas, con un salón de tronos con capacidad para los seis tronos de la hermandad, que además podrán ser visitados durante todo el año. El proyecto también incluye un espacio para habilitar una sala de exposiciones donde mostrar el patrimonio de la hermandad.

Entre los espacios previstos en la nueva sede se incluye uno para archivos y hemeroteca, así como salas para cada una de las seis mayordomías de la hermandad, lo que facilitará y agilizará el reparto de túnicas y tallaje en Cuaresma, así como las reuniones que durante todo el año celebran los distintos equipos de trabajo.

La casa hermandad también incluye una sala para actos con capacidad para 200 personas, que además permitirá organizar actividades sociales como conferencias, proyecciones o presentaciones, abriendo la sede a la ciudad. Esto se completará con un salón de usos múltiples con capacidad para un centenar de personas.

La vocalía de Obras Sociales tendrá también sus propias dependencias y la Fundación Lágrimas y Favores tendrá su espacio dentro de la casa hermandad para continuar con su labor social y educativa. A ello se sumarán las dependencias de uso protocolario, Secretaría, Tesorería y otros despachos para uso administrativo.

El proyecto está siendo realizado por el arquitecto Rafael Narváez, que ha dispuesto una distribución en dos cuerpos que se unen por un soportal. El cuerpo más pequeño tiene fachada al Pasillo Santa Isabel, con una planta sobre la baja y que coincide con la medianería al patio delantero del Museo de Artes Populares. El cuerpo principal de la casa hermandad es de baja más cuatro plantas y da frente a la plaza Enrique García-Herrera.