La Virgen de Lágrimas del Carmen volvió ayer a recorrer las principales calles del barrio de Huelin en su procesión de vísperas, con un marcado carisma carmelitano, ya no solo en la advocación de su dolorosa, sino en el hábito de sus nazarenos. Una veintena componía el cortejo, que salió del interior de la parroquia de San Patricio, templo en el que la asociación que rinde culto a esta imagen aspira a que se quede la imagen, en lugar de la capilla callejera que ocupa en la actualidad, en la barriada de Echeverría.

La procesión salió puntual, con el acompañamiento de la banda de cornetas y tambores de Escuela Cofrade, abriendo; y la banda de música de la Cruz del Humilladero detrás de la Virgen, esculpida por Israel Cornejo. Acudió una representación del Ayuntamiento de Málaga, con el concejal Raúl Jiménez y el director del distrito, Pedro Cabrera, a la cabeza. En un momento de la procesión también fue el alcalde, Francisco de la Torre.

El trono estuvo exornado con flores de distintas especies, entre las que destacaban las gerberas de color blanco y rosa. Un momento muy especial tuvo lugar en la calle Las Navas, ante la capilla de la Virgen del Carmen de Huelin. La banda tocó Encarnación Coronada, cantó una saetera y el trono levantó a pulso.