Su voz es reconocida en la Semana Santa y no es hombre de radio ni nunca se subió a un estrado para pregonar las virtudes de la semana de Dios. Su voz es la que ayuda a trazar la curva, a levantar el ánimo y a avanzar a golpe de tambor cuando toca recuperar. Juan Manuel Jiménez García, nació en Málaga el 21 de septiembre de 1949. En el mundo del varal es popularmente conocido como «Juanma». Su estreno con el Cristo de la Crucifixión el pasado Lunes Santo no pudo ser completo ya que por las inclemencias del tiempo la corporación volvió a casa antes de tiempo.

Hoy, Jueves Santo, guiará como cada año uno de los extremos del trono de María Santísima de la Esperanza como lo viene haciendo desde hace treinta y cinco años. En su amplio bagaje y después de haber dejado los varales portando, entre otros, los tronos de la Congregación de Mena o la Cofradía del Rescate, Juanma ha sido capataz de Exaltación, de la Soledad del Sepulcro, de Dolores Coronada, Paz, Rocío y Crucifixión el pasado Lunes Santo. Juanma Jiménez fue el primero en mandar la maniobra para que la Virgen del Rocío entrara en Echegaray, con las dificultades que tenía la calle entonces, ahora es más fácil, asegura.

¿Cuándo empieza de capataz?

Empecé de capataz un poco antes del 80, antes de sacar la Esperanza que llevo treinta y cinco años ya había sacado el Rocío de capataz y la Soledad del Sepulcro. Mi primer trono de capataz fue la Virgen del Rocío.

¿Alguna anécdota de aquel tiempo?

Ahora mismo me vienen mil anécdotas, recuerdo en el Rescate que partimos varales y mesa, en otros momentos las patas de la mesa también se han partido. Por aquel entonces era hombre de trono y tenía a Juan Polo de capataz. He visto como le han tenido que cortar tres dedos del pie a un hombre de trono después de que fuera pisado por una de las patas del trono. En la tribuna principal el Rescate partió un varal y tuvieron que ir a buscarlo y ponerlo para poder continuar, estoy hablando de hace bastante tiempo, era hombre de trono por esas fechas.

También de anécdota recuerdo como la Soledad de Ávalos la subimos a pulso en la Tribuna de las Pobres, con ocho mil kilos casi que pesaba el trono.

¿Cómo y cuando se aprende a ser capataz?

Aprendo de los Polo, Juan Polo fue mi maestro. También he conocido a Carrasquilla, Berbel y a todos los capataces de Málaga. Fui hombre de trono de Juan Polo, que era el que apuntaba a los hombres para después salir en Semana Santa. He aprendido un poco de todos.

Compare a un capataz de sus inicios con un capataz actual.

Es muy difícil comparar a un capataz de antes con los de ahora, es muy complicado. Antes los capataces eran dos de cabeza y dos de cola, y no eran capataces, eran encargados. Por ejemplo, Juan Polo era el capataz y llevaba de encargados a dos hombres delante y otros dos en la parte trasera del trono. Los tronos iban a la «carrerilla». Ahora es mucho mejor que antes, ha evolucionado mucho la Semana Santa, muchos menos kilos, suelen ser hermanos, antes eran pagados.

Tronos de antes y tronos de ahora.

Ahora es mucho más fácil trabajar que antes. Se han reducido mucho los kilos. La Virgen de los Dolores Coronada llevaba 165 hombres y pesaba mucho más que ahora que lleva más de doscientos. Ahora, los tronos pesan menos que antes.

¿Es partidario de realizar ensayos para perfeccionar el procesionar?

Lo veo más una forma de reunirse y de convivencia. Se conjunta más la gente y en un momento dado salen cosas.