La familia salesiana se hizo especialmente presente en las calles de Málaga. En concreto en Capuchinos, donde late con fuerza su corazón en forma de Santuario de María Auxiliadora y se reparte la savia de los alumnos del Colegio de San Bartolomé. Estos son dos edificios que albergan a los principales protagonistas de la salida procesional del sábado por la tarde y que volvió a concitar a un numeroso público alrededor.

A las 18.30 horas, con el sol iluminando la avenida Eduardo Domínguez Ávila, el cortejo que acompaña a María Auxiliadora Coronada inició su recorrido por las calles de Capuchinos. Lo hizo con un cortejo amplio, largo, bullicioso, muestra de la fecundidad del trabajo salesiano en Málaga, ya que estaban presentes todos los grupos de la Casa Salesiana, así como los niños y niñas de Primera Comunión, con el blanco destacando entre el mar de colores que era el cortejo.

Así, la hermandad salesiana, los antiguos alumnos, la Asociación Deportiva Salesianos, el AMPA del colegio, el profesorado, los trabajadores de la Fundación Proyecto Don Bosco, la ONG Solidaridad Don Bosco, el centro juvenil, los Salesianos Cooperadores, la Archicofradía de María Auxiliadora y la comunidad salesiana se hicieron presentes en esta procesión. Cada uno representados con su banderín o insignia.

Esta cita procesional es toda una fiesta salesiana, que culmina una novena a la Virgen que ha llevado a miles de malagueños al templo, al igual que la celebración de la festividad de esta advocación el pasado 24 de mayo, cuando se organizaron hasta siete eucaristía para atender a la gran demanda de público.

La procesión está ya consolidada con tres tronos, con las imágenes de Santo Domingo Savio, Don Bosco y María Auxiliadora. Esto supone una complejidad en la organización que les llevó a utilizar la figura del campanillero por primera vez en un cortejo de gloria. Parece que será una experiencia a repetir.

Los representantes de las Hermandades de Gloria de Málaga y de la Archicofradía de la Sangre también estuvieron presentes en la procesión.

La parte musical correspondió a la Banda de la Paz, que un año acompañó al trono de María Auxiliadora, que iba adornado por rosas blancas y un grupo de orquídeas blancas a los pies de la Virgen. Mientras, el trono de San Juan Bosco, con claveles blancos y alelíes, estuvo con la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Vera+Cruz, de Palma del Río (Córdoba). A Santo Domingo Savio, que iba sin acompañamiento musical y que estrenó una Bandera Concepcionista, se exornó con lilium y claveles blancos.