La cofradía de Viñeros estrenará en el Jueves Santo de 2017 la nueva candelería para la Virgen del Traspaso y la Soledad, compuestas por 34 piezas diseñadas por Rafael Marín, de Orfebrería Maestrante, que se ha inspirado en un candelabro de altar de estilo Rococó del Museo de Jerusalén.

Los hermanos de la cofradía refrendaron a finales de mayo el encargo de esta candelería en cabildo, cubriendo así una necesidad de la hermandad, que dependía de la candelería de la Virgen del Patrocinio que le prestaba la Hermandad de la Salutación, que además se espera que procesione en 2017.

Esta nueva candelería, con piezas de entre 30 y 80 centímetros de altura, dará al trono de la Virgen una nueva perspectiva, al disponer de un juego completo con un diseño muy barroco. Las piezas serán plateada, aunque incorporarán piezas doradas para resaltar la imaginería, las cartelas y algunos detalles decorativos, como racimos de uva o el corazón traspasado, en referencia a la advocación de la Virgen.

La candelería será realizada en el taller de la Orfebrería Maestrante que ha abierto en Málaga, como explicó el hermano mayor de Viñeros, Leopoldo Guerrero, quien resaltó que de esta forma el trabajo se realizará en la ciudad.

Precisamente la Orfebrería Maestrante será también la encargada de realizar los diez nuevos ciriales de la hermandad, que siguen un diseño de Juan Casielles del año 1972. Estas piezas se repartirán de forma que cuatro vayan a la sección del Cristo y seis para la sección de la Virgen.

El diseño de estos ciriales destacan por tener una cabeza muy amplia, de casi un metro, lo que los hará muy visibles. La decoración será con cristales rojos, tal y como especificó en su momento el propio Casielles. La imaginería contemplada en estos ciriales serán de San Lorenzo y la Inmaculada Concepción, repitiéndose en las cuatro cartelas de cada una de las piezas.

El hermano mayor señaló que sólo se ha cambiado un elemento del diseño original, como ha sido eliminar las campanillas que llevaba en la parte superior. Esta decisión obedece a motivos prácticos, para evitar así que se pierdan.