El cabildo de hermanos de la cofradía del Cautivo aprobó el lunes por unanimidad encargar las nuevas bambalinas del trono de la Virgen de la Trinidad, que serán realizadas en el taller de Joaquín Salcedo, autor del diseño, y que serán estrenadas en 2019. Con este encargo se avanza en la terminación del nuevo palio, cuyo techo se estrenó en la Semana Santa de 2015.

El diseño aprobado el pasado lunes cambia algunos elementos del primer dibujo, realizado en 2005. Estos cambios obedecen a la necesidad de adaptar las bambalinas a las nuevas dimensiones del trono, algo más grande; adaptar el diseño al del propio techo de palio y también recoge la propia evolución estilística de Joaquín Salcedo. No obstante, se respeta la decoración de las caídas del palio del proyecto aprobado en febrero de 2013.

Con la conclusión de las cuatro bambalinas exteriores e interiores del palio, se culmina el conjunto de bordados del trono procesional. Según refleja el propio Salcedo en la memoria del proyecto, para acometer este diseño, el autor ha seguido las pautas ya marcadas anteriormente por el manto de procesión y su techo de palio, salidas ambas obras del mismo taller.

Este nuevo proyecto podrá ver la luz en el año 2019, si se cumplen los plazos inicialmente previstos, por lo que podrá ser estrenado con motivo de la clausura de los actos del cincuentenario de la llegada y bendición de la Virgen de la Trinidad Coronada.

Diseño. El frontal se compone de tres paños. Cinco, en los laterales. En la parte central de cada uno destaca un ánfora escoltada por dragones, elemento principal que se repite en el manto y el techo del palio. Remata, a modo de cornisa, una importante moldura recta, quebrada con distintos volúmenes y, sobre estas, otra doble moldura a modo de peana, que aparece en los puntos más altos, que recorre en horizontal toda la parte superior de la obra. Se corona con una crestería compuesta por macetillas, cintas y flores, referencia a las virtudes marianas.

El diseño se compone de una entrelazada hojarasca, símbolo de la regeneración de las almas a través de las buenas obras, dejando aparecer entre ésta grupos de rosas. Éstas van agrupadas en grupo de tres, en referencia a la Santa Trinidad -Padre, al Hijo y al Espíritu Santo- .

Para la elaboración de esta obra se empleará solo hilos dorados y se prescinde del uso de sedas, para reservar el color únicamente a la gloria del techo de palio. Salcedo prevé utilizar distintos puntos de bordados y se adornarán con lentejuelas de calibre pequeño y cristal blanco de Swarovski, traído de Austria.