Desde los inicios, la Agrupación de Cofradías trató de dar a conocer la Semana Santa de Málaga y de revitalizarla con numerosas iniciativas. No es de extrañar que estos intentos continuaran, en la medida de las posibilidades, tras el grave bache de la década de los años 30.

En el Archivo de la Agrupación, en San Julián, documentos y fotos dan fe de lo emprendido, como la modesta exposición de fotografías de la Semana Santa en 1945 en la Sociedad Económica, en tiempos del presidente Enrique Navarro, una muestra que tiempo después se celebraría en la desaparecida Casa de la Cultura. En estos dos espacios tendrían lugar durante años exposiciones de enseres de las cofradías, hasta que la suprimió Herrera Oria en los años 60.

Muy aplaudida fue, por cierto, una exposición de mantos de vírgenes en el Hotel Miramar en el 55. En una de las fotos del archivo se aprecia en primer plano el manto de Nuestra Señora de la Concepción del Huerto, y la de la Soledad de Mena.

A comienzos de los 60 se celebraron exposiciones fotográficas fuera de Málaga como en Zaragoza, Córdoba, Madrid o Barcelona, pero sin duda la gran iniciativa de esa época fue la gran exposición sobre la Semana Santa de Málaga, celebrada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Fue inaugurada por Carmen Polo, la mujer del general Franco, que estuvo acompañada por nueve ministros.

El éxito se sustentaba en el valioso patrimonio cofrade expuesto: además del Cristo de la Expiración, tres tronos, entre ellos el de la Virgen de la Paloma, mantos y cerca de 200 enseres. En cuanto a la publicidad, en la calle de Alcalá, al comienzo de la Gran Vía, una parte de la fachada de un edificio se cubrió con un gran nazareno rojo y debajo, el cartel de la exposición. Además, la Agrupación encargó miles de catálogos, dípticos y banderines.

Como curiosidad, la Agrupación se preocupó bastante de la resistencia del local, a la vista de los tronos que se iban a instalar, por lo que el Círculo de Bellas Artes tuvo que llamar a un técnico de la casa, testigo de la construcción del edificio, para tranquilizar a los cofrades malagueños.

Y la Semana Santa de Málaga cruzó las fronteras en 1965 para asistir a la Expotur que ese año se celebraba en Milán (era itinerante). Fue una petición a la Agrupación del antiguo gobernador de Málaga Antonio García Rodríguez-Acosta, que por entonces era subsecretario de Turismo. A Milán, en concreto al Palacio del Duomo, se enviaron los dos tronos desmontados de la Expiración, además de numerosos enseres de varias cofradías. Fue sin embargo una exposición polémica y creó preocupación entre los cofrades porque exiliados españoles aprovecharon para protestar contra la dictadura de Franco y quemaron banderas.

Como concluye el libro conmemorativo del 75 aniversario de la Agrupación de Cofradías, la Expotur sirvió más «a los intereses propagandísticos del Gobierno de Franco que a los propios de las cofradías malagueñas».

(Esta serie de reportajes de Semana Santa no habría sido posible sin la ayuda y generosidad de los archiveros de la Agrupación de Cofradías Trini García-Herrera, Raquel Espejo y José María de las Peñas).