La Virgen de los Dolores y Esperanza, dolorosa de la hermandad de Humildad y Paciencia de la calle La Unión, ha sido sometida durante los últimos tres meses a una profunda restauración en los talleres de Israel Cornejo, un trabajo que se ha centrado fundamentalmente en recuperar la policromía de la imagen, de forma que, como explica el hermano mayor, Rafael González, «se ha tratado de policromarla de nuevo».

En 2012, explicó, se sometió a un pequeño arreglo, pero no quedó del todo bien o, por lo menos, no como quería la Junta de Gobierno de la hermandad del Domingo de Ramos, por lo que «se le han eliminado una serie de grietecillas y se le ha hecho una limpieza a fondo, en profundidad, además de adaptarle el candelero».

La imagen llegará la semana próxima a la iglesia de San Vicente de Paúl, a la espera de ser trasladada en la mañana del Domingo de Pasión, junto al Señor de Humildad y Paciencia, a su trono de procesión.

Los trabajos para recuperar lo más fielmente posible su policromía original, o acercarse a ella, se están culminando estos días, una labor que el hermano mayor comprobará in situ en las próximas horas. «La imagen no va a ser tocada por la gubia. La policromía es lo que más se verá», destacó, al tiempo que indicó que se le han hecho articulaciones nuevas a la dolorosa, así como las manos. «Estamos muy contentos con el resultado porque es lo que habíamos pedido, aunque queda por ver la policromía», declaró.

La imagen es una dolorosa del siglo XVIII que poseía a finales de los noventa del pasado siglo la familia Ravina-Albarracín Ramírez, que la cedió a la corporación nazarena y procesionó por primera vez por las calles de su barrio en marzo de 1999, cuando la hermandad aún no se había agrupado (no procesionó por el recorrido oficial hasta la Semana Santa de 2014).

Además de esta ambiciosa restauración, la hermandad estrenará el Domingo de Ramos de 2018 un nuevo manto para la Virgen, que no va bordado aún -aunque se acometerá este trabajo cuando se pueda-; y una túnica salida de los talleres de Felicitación Gaviero para el Señor. Esta pieza es una túnica lisa de terciopelo con los filos con galones, explicó González, y que irá a los pies del Cristo en su próxima estación de penitencia.

El grupo joven de la hermandad ha regalado un azulejo de los titulares que se puede ver en las paredes exteriores de la casa hermandad y que es obra de Javier Aguilar. Va a ser inaugurado el próximo domingo.

Por último, este sábado, 24 de febrero, tendrá lugar el pregón y la presentación del cartel de la próxima salida penitencial. El pregón correrá a cargo de Miguel Cristóbal Rueda Román y el cartel ha sido realizado por el pintor Pedro Albín.