La cofradía del Cristo Mutilado realizó en la tarde del Viernes Santo el tradicional vía crucis en la Catedral en un año muy importante para la hermandad, ya que después de Semana Santa la imagen irá al taller de Miñarro para su restauración y recuperar las piernas que perdió en 1936. La idea es que este año se haya producido el último acto de esta naturaleza, ya que en 2018 quieren bien procesionar por la feligresía bien por hacerlo en el recorrido oficial como corporación reagrupada.

Por primera vez en años, el Cristo fue en unas andas para que más hermanos pudieran llevarlo, al ser la intención que este año este acto como tal se convierta en una procesión. El vía crucis comenzó en torno a las siete de la tarde en un ambiente recogido y silencioso y sólo se acompañó la ceremonia con el sonido del órgano de la Catedral.

La hermandad tiene ahora 200 hermanos y en la tarde del Viernes Santo estrena el guión de Joaquín Salcedo. La cofradía incorporó hace unos meses una dolorosa bajo la advocación de Divina Providencia. También se han eliminado determinadas inscripciones en el retablo que hacían referencia a hitos franquistas para adaptar la corporación a la actualidad y cumplir la Ley de Memoria Histórica, pasos imprescindibles para que pueda procesionar la próxima Semana Santa con el beneplácito de la Agrupación de Cofradías.