La puesta en marcha del nuevo recorrido oficial depende de la apertura de la segunda puerta de la Catedral, en el Postigo de los Abades, a las procesiones. Todos los ajustes horarios están sujetos a esta opción imprescindible. Por ello, la Agrupación se ha reunido con el Cabildo, el obispo, Urbanismo y Vía Pública del Ayuntamiento y con la Delegación Territorial de Cultura de la Junta para presentar un proyecto que permitiría la entrada de los tronos sin perjudicar al monumento.

Se trata de una rampa efímera, de quita y pon, «porque una solución permanente es muy complicada», según reconoció el arquitecto José Manuel Ruiz Luque. Esta rampa, de entre 23 y 28 metros de largo y más de cinco metros de ancho, un desnivel del 10%, «de un material aún por decidir» pero con todas las medidas de seguridad garantizadas, permitiría sortear la escalinata diseñada por Enrique Atienza en los años 50 del siglo pasado y los tronos podrían girar y entrar en la Catedral sin problemas.

Hay dos alternativas encima de la mesa, dependendiendo de la solución que se le quiera dar a la reja. «O bien la abatimos o bien la retiramos y la protegemos como si fuera un cuadro, para volver a colocarlas después de Semana Santa», explicó el arquitecto. Hasta ahora, todos los contactos son muy fructíferos, según destacó el presidente, Pablo Atencia, y el vicepresidente, Pedro Ramírez. «Seguir adelante y lograr todos los permisos necesarios dependerá de que el proyecto de nuevo recorrido oficial sea aprobado por los hermanos mayores», insistió Atencia. La salida de la Catedral se haría por el Patio de los Naranjos, que es el único punto para acceder y salir ahora.

Otro hito importante del proyecto del recorrido oficial es la construcción de una rampa que comunique la plaza de la Virgen de la Concepción, donde están las casas hermandad del Huerto y la Estrella, con el puente de la Aurora, una idea que Urbanismo también contempla.