La Agrupación de Cofradías lleva años estudiando una revolución que puede concretarse este mismo verano y ponerse en práctica en 2019, después de muchos debates internos y corrientes de opinión generadas entre los cofrades, ya sean a favor o en contra. Es, sin duda, un plan que no solo afectará a las cofradías, sino a toda la ciudad. Un nuevo concepto de Semana Santa que influirá en los itinerarios de llegada y salida al recorrido oficial, aumentando las alternativas y siendo más flexible. Entre los numerosos cambios planteados, la Tribuna de la plaza de la Constitución dejará ser ese mamotreto de hierros criticado hasta por los propios cofrades. La nueva que se proyecta reducirá su aforo a un tercio de la actual, pasando de las 2.000 localidades actuales a solo 800.

Es un cambio significativo. Su orientación también será distinta, en perpendicular a la tradicional, para permitir el ingreso de las procesiones por Especerías o por Granada (rodeando la estructura). Y su altura máxima será de 3,5 metros, manteniendo el palco de autoridades, donde las cofradías pedirían la venia para acceder al itinerario común y no para salir, como hasta ahora.

El presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia, fue el encargado de presentar públicamente la propuesta de nuevo recorrido oficial «una vez que se ha dado por concluido este ambicioso trabajo y contamos con el visto bueno de todos los agentes sociales implicados», destacó. Atencia estuvo acompañado por Pedro Ramírez, vicepresidente segundo de la entidad y por José Manuel Ruiz Luque, arquitecto encargado de estudiar la planimetría del nuevo itinerario y la ubicación de las sillas, además de por media docena de hermanos mayores.

Todos quisieron dejar claro que mantener el actual recorrido oficial, concebido en 1921 con la creación de la propia Agrupación y mantenido durante el último siglo (en 1978 había 27 cofradías y ya hay 41, lo que ha obligado a hacer cambios exclusivamente de horarios) supondría la supresión de unas 8.000 localidades, según los cálculos de Ramírez, de las 23.800 existentes, debido a las exigencias de las normativas municipales de seguridad, la supresión de la rotonda del Marqués de Larios o la inclusión de mobiliario urbano con la remodelación de la Alameda. Es decir, que o se cambia el recorrido o se perderían estas sillas y los ingresos que estos abonos reportan a las cofradías para mantener parte de su actividad anual.

El Plan Local de Seguridad exigirá, entre otras cosas, la supresión de dos filas de sillas en ambas aceras de Larios, así como la creación de pasillos cada 25 sillas en todo el itinerario para mejorar los accesos y la evacuación de gente. «No se trata de poner más sillas, sino de no perderlas y de que los abonados estén más cómodos», destacó Ruiz Luque. Las sillas serán también 5 centímetros más anchas.

El proyecto suprime las tribunas en la Alameda, donde solo habrás sillas a pie de calle, y permitirá una mayor visibilidad del público de pie. «Se recupera la Alameda para la ciudad. No queremos colapsar y ni mucho menos privatizar el espacio público», dijo el arquitecto.

La mayoría de las tribunas desaparecen. Además de la principal, solo habrá otras dos al final de Larios y en Puerta del Mar, además de otras bajas y cubiertas a lo largo de la plaza de la Marina y la primera parte de Molina Lario. Serían móviles, para permitir el tráfico por las mañanas. El final del recorrido oficial se reserva para los palcos suprimidos de la Tribuna de la plaza de la Constitución.

Otra importante novedad es que el recorrido oficial sería cerrado, a través de la disposición de vallas. Solo se accedería por detrás, por lo que el tránsito de personas entre los nazarenos se reduciría. Solo la calle Torregorda estaría abierta, por sus dimensiones. La calle Martínez solo tendría 500 filas, una única fila en la mayor parte de su trazado, con un pasillo posterior para no perjudicar la actividad comercial de la vía.

El ancho de la vía por el que discurrirán los cortejos tendrá seis metros, con previsión de que las curvas puedan ser dadas por los tronos más grandes. El nuevo recorrido permitiría que hasta tres cofradías pudieran estar procesionando a la vez en su interior, ya que se ganan 300 metros. Gana nuevos espacios, como el entorno de la Catedral, para todas las procesiones (termina a la altura de la torre mocha), «dando un sentido más litúrgico a las procesiones, al llegar al Primer Templo aunque algunas no puedan entrar. Y permitirá que otras que no lo hacen, se lo planteen», dijo Atencia.

Entre las premisas que mejorarían, según la Agrupación lo actual, está la posibilidad de dotar al recorrido de una mayor flexibilidad para ampliaciones de futuro y, sobre todo, para resolver problemas históricos de horarios planteados por muchas cofradías en jornadas muy complicadas. También se garantiza la accesibilidad universal, una imagen homogénea y más estética y cofrade, la creación de puntos de información y seguridad en distintos lugares, por lo que el tiempo de respuesta se reduciría, la señal única de TV o la creación de servicios como guardería o custodia.