Ángela Guerrero será la encargada de devolver la normalidad a la cofradía de las Penas, tras cuatro años de intervención diocesana en los que ha vivido en una situación de provisionalidad provocada por los enfrentamientos internos generados en las últimas elecciones. Su candidatura ganó claramente las elecciones celebradas la pasada noche en la hermandad, al recibir 237 votos de los 369 emitidos. Estos resultados avalan de forma incontestable su candidatura en unas elecciones que, a priori, se presentaban muy reñidas al contar con tres candidaturas. Los otros dos candidatos que se han presentado obtuvieron menos apoyos, como los 66 votos de Bernardo Pinazo y los 61 votos de José Narváez. Además se registraron cinco votos en blanco.

La nueva hermana mayor no cuenta con experiencia anterior en una junta de gobierno, lo que le avala por una trayectoria alejada de las fricciones que originaron la intervención del Obispado de Málaga. Su equipo está compuesto por Antonio Pérez García (teniente de hermano mayor); Omar Dell'Olmo Gil (secretario); Alberto Peinado Díaz (tesorero); Paloma Jiménez Bernal (fiscal); y Eduardo Nieto Cruz (vocal primero).