La delegada de la Junta de Andalucía en la provincia de Málaga, Patricia Navarro, se reunió ayer con el presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, Pablo Atencia, al que trasladó que tendrán un apoyo «sin precedentes» tanto a las hermandades como a la propia Semana Santa malagueña.

Navarro expresó su reconocimiento a la labor de la Agrupación a la hora de impulsar «una tradición cultural, histórica y turística tan relevante como es la Semana de Pasión de la ciudad, sin olvidar las singularidades de esta celebración en el resto de la provincia».

De hecho, el retorno económico que supone la Semana Santa supera los 100 millones de euros, según los estudios de la Cátedra de Estudios Cofrades de la Universidad de Málaga, que financia la Fundación Lágrimas y Favores, la cual analiza actualmente la incidencia en el empleo de la provincia, que es «muy alto también», apuntó el presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga.

También se abordó en este encuentro la función social de las cofradías en su entorno, a través de la Fundación Corintio, por ejemplo, que atiende las necesidades básicas de 300 familias, o la propia Agrupación, que destina fondos a centros educativos de zonas más deprimidas de la ciudad y a otros fines sociales.

Navarro y Atencia se comprometieron a establecer canales de comunicación «fluidos» y colaboración institucional durante todo el año. El Consejo de Ministros aprobó en 2017 la declaración de la Semana Santa como Manifestación Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial, en aplicación de la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial 10/2015 de 25 de mayo, y que en ello se reconoció también la particularidad de la Semana Santa de Málaga, la cual está declarada además Fiesta de Interés Turístico Internacional.

El apoyo de la Junta de Andalucía a la Semana Santa malagueña llega en unas fechas complicadas para la Agrupación de Cofradías, porque al estrés que se vive cada Cuaresma en el seno de las corporaciones nazarenas por la inminencia de las procesiones, se unen las incertidumbres que rodean este año a la inauguración del nuevo recorrido oficial, que supone una innovación completa en relación al anterior itinerario, que tenía en torno a un siglo, y con las protestas de parte de los abonados por no saber, según denunciaron en este periódico, qué lugares van a ocupar en las sillas y tribunas.

Además, el reto también es mayúsculo en cuanto a diversos asuntos de seguridad, la estética o los tiempos de paso de las diferentes hermandades. Este año será un gran test.