El pasado sábado en El Burgo, una iglesia de la Encarnación reluciente tras una necesaria mano de pintura en sus exteriores, acogió a un numeroso público entre los que se encontraban hermanos de la cofradía de la Salutación, burgueños y representantes de hermandades de los pueblos vecinos. La cita no era menor. El hermano mayor de la Salutación, Manuel Calderón, iba a dar su pregón de la Semana Santa de El Burgo, el pueblo de su familia. Su pueblo.

Calderón, pronunció un pregón sencillo, haciendo alarde de su personalidad, pero con grandes muestras de fe y desde el más profundo sentimiento cofrade. Recreó, con sus palabras, el protocolo de salida de su cofradía cualquier Domingo de Ramos para avanzar por los recuerdos de niño cuando con sus abuelos y padres visitaban el pueblo serrano por Semana Santa. Repasó sus vivencias procesionistas, entre marchas de la Banda Nuestra Señora de la Encarnación y oraciones de los saeteros locales Manuel Río y Sergio Narváez, y recorrió todas las procesiones de la localidad inspirándose en pasajes bíblicos.

Otro burgueño, el docente y pintor Jesús Ortiz Armada, presentó la pintura que se ha convertido en el cartel anunciador de la semana de pasión burgueña. Las hermandades del municipio reconocieron a aquellas personas que trabajan incesantemente por la tradición.