Y de repente, la rampa estaba allí. Los técnicos contratados por la Agrupación de Cofradías, que desde hace días trabajan en la instalación de las nuevas tribunas y palcos del recorrido oficial de la Semana Santa, han procedido durante esta pasada noche a levantar la rampa por donde subirán los cortejos y los tronos que vayan a hacer estación de penitencia en el interior de la Catedral. La apertura de la segunda puerta era condición indispensable para que el nuevo itinerario común de las procesiones sea una realidad y esta inmensa estructura generaba tanta expectación como incertidumbre.

Aunque en principio estaba anunciada su instalación para los primeros días de la próxima semana, la rampa ha amanecido dispuesta esta mañana, aún sin terminar. Las barandillas no son las definitivas y falta la decoración.

Se trata de una rampa que permite salvar el desnivel de la puerta del Sol, la del Postigo de los Abades. Es una estructura efímera, es decir, que cuando pase la Semana Santa será desmontada. El suelo de la rampa es de madera. Tiene unos 28 metros de largo y cinco de ancho, y su inclinación es del 10%.

Hace justo una semana se retiraba la reja de la puerta, que ya está siendo restaurada y volverá a ser instalada dos semanas después de Semana Santa. Esta operación era necesaria para poder intalar la rampa de esta segunda puerta de la Catedral.