Hubo más espera de lo habitual. Incluso desconcierto entre el público que esperaba la salida del traslado del Huerto. La costumbre llevó a mucho público a esperar en la puerta de la plaza de los Mártires, aunque minutos antes de las 18.30 horas, que es cuando preveían su salida, les sacaron del error y hubo una avalancha hacia la puerta de la cancela. Sin embargo, las prisas no eran necesarias, ya que la Archicofradía del Huerto estaba apurando el horario ante la aparición de unas incómodas gotas y la inestabilidad meteorológica. Quince minutos de espera en el interior de los Mártires que se rompieron cuando se dio la orden de salir.

La cruz parroquial se plantó delante de la puerta. Las filas de hermanos con cirios se organizaron rápidamente y se empezó el rezo de un Padrenuestro y un Avemaría. Todo estaba dispuesto ya para la apertura de las puertas.

La capilla musical de la cofradía del Amor empezó a entonar las notas del 'Motete de Santísimo Cristo de la Coronación'. La música suave y melodiosa llevó a las andas del Señor con suavidad por el interior del templo, entre la penumbra y buscando el encuentro con los fieles que esperaban en la calle.

Túnica roja con bordados en oro. Claveles rojos. Elegancia en cada detalle y una fidelidad a su estilo dieciochesco mostraban la mano de Manuel Mendoza, arquitecto del buen gusto de la Archicofradía del Huerto. No le iba a la zaga la Virgen de la Concepción, en su caso con claveles blancos y la capilla musical de la Archicofradía de la Expiración. El puñal traspasando el corazón que prendía de su pecho se convertían en eje de una estética en la que la Virgen nos transportaba a otro tiempo. La salida de la Virgen revistió alguna dificultad por la presencia de una lámpara colgando en el atrio y que llegó a darle un leve toque a la corona, pero sin consecuencias.

Estrenaba este año nuevo recorrido. La calle Los Mártires, Pozos Dulces, Santos o San Juan se incorporaban a un traslado que ganaba así nuevos espacios, con un escenario más recogido e íntimo, acorde con el carácter sobrio de este traslado. Lástima que las molestas gotas no ayudarán a dar tranquilidad al recorrido.