La Semana Santase acerca y el Sábado de Pasión se vive con una mezcla de nervios, tensión y expectación. El nuevo recorrido oficial es una incógnita y para muchos es el gran protagonista de este Domingo de Ramos. Mientras, durante la jornada se vivieron seis traslados que completaron los preparativos de las vísperas iniciados con la Misa del Alba y el traslado del Cautivo.

Por la mañana se celebraron los traslados del Descendimiento y el Dulce Nombre. El primero organiza un recorrido muy sencillo para lleva a sus titulares desde el oratorio del Hospital Noble hasta la casa hermandad. Ocurre lo mismo con el Dulce Nombre, saliendo desde la parroquia de la Divina Pastora con un cortejo que recorre los jardines situados frente a la iglesia rezando y realizando una breve parada frente a la imagen de la Inmaculada, antes de dirigirse al tinglao situado justo al lado.

Por la tarde se vivieron traslados multitudinarios, como son los de Zamarrilla, Sentencia y Misericordia. La calle Mármoles se volvió a llenar de público para seguir el traslado del Cristo de los Milagros y la Virgen de la Amargura (Zamarrilla) a su casa hermandad. Pese a que la ermita dista apenas cinco metros, es un momento que la cofradía aprovecha para visitar las calles de su barrio y acercar las imágenes a los muchos vecinos que le rezan diariamente en la ermita. El Cristo, a hombros de los hermanos, impone por la cercanía de su rostro. La Virgen de Zamarrilla ofreció este Sábado de Pasión una imagen mucho más austera de lo habitual, con una sencilla saya de damasco morado, sin bordados, en la que destacaba una cenefa a media altura y la cinturilla, además de la tradicional flor roja prendida en el pecho.

En el entorno de la iglesia de Santiago también se agolpaba mucho público esperando la salida del traslado de la Sentencia. El interior del templo también estaba abarrotado, esperando que diera la hora de iniciar el traslado. El tambor de la Agrupación Musical del Cautivo, de Estepona, acompañó los primeros compases de las andas de traslado que portaban al Señor de la Sentencia y a la Virgen del Rosario por el interior de la iglesia. La marcha 'Junto a ti' marcó el ritmo de las andas hasta el momento de salir a la calle, que lo hizo con los sones del Himno de España. La Virgen del Rosario destacaba vestida con una saya y manto burdeos, ambos bordados en oro, y fajín de hebrea, mientras que el Señor lucía una sencilla túnica de terciopelo burdeos.

En El Perchel se vivió otro multitudinario traslado. Desde media hora antes de que saliera el Señor de la Misericordia a recorrer el barrio, mucho público esperaba en la calle Peregrino la llegada del 'Chiquito'. Túnica blanca, peana dorada, los últimos rayos de la tarde y la Banda de Cornetas y Tambores de Bomberos completaban una estampa muy destacada del Sábado de Pasión.

El contrapunto lo aportó el traslado de la Virgen de la Caridad, de la hermandad del Amor, mucho más sobrio y con ambiente de recogimiento. Tras el rezo de los Dolores de la Virgen en la basílica de la Victoria, el cortejo salió del templo con las andas de la Virgen acompañada de la Coral Spínola. No obstante, justo antes de salir, Verónica Martín le cantó una preciosa saeta a la Virgen de la Caridad, que era mecida por sus portadores al ritmo de la voz de esta saetera.