Como cada Miércoles Santo desde 1940, la cofradía de Jesús de la Puente del Cedrón y la Virgen de la Paloma reparte más de 1.000 palomas para así acompañar al trono de su Virgen durante el recorrido. Desde las 11 de la mañana hacen cola familias y devotos para recogerlas y llevarlas al recorrido, con idea de soltarlas al paso de la Virgen. Este año han sido repartidas para los abonados de las tribunas y, por primer año, para los que se sientan en el entorno de la Catedral, ya que es la primera vez que la Virgen de la Paloma pasará por este recorrido en su recorrido.

Julián Cruz, es el encargado de este oficio desde hace 32 años, y en este su último año, nos cuenta como comenzó esta tradición "A la Virgen se le posó una paloma en la mano y volvió con ella hasta el final del recorrido al llegar a San Juan, es por ello que comenzó a llamarse Virgen de la Paloma y se inició esta tradición".

Estas palomas simbolizan la imagen de la Hermandad, recreando al Espíritu Santo, dándole una imagen de pureza y belleza al trono. Es una tradición que gusta mucho a los ciudadanos de Málaga. Una madre acompañada de sus hijos describe con entusiasmo este día: "Es el tercer año consecutivo y he pedido mi día libre para acompañar a mis hijos que les hace mucha ilusión".

Desde las seis de la mañana se están recogiendo y llegan desde una granja de Estepa, de la comarca de Antequera e incluso del aeropuerto. El Ayuntamiento aporta como detalle alrededor de 50 palomas a esta cofradía, ya que el resto son pagadas por el encargado. Normalmente estas palomas suelen volver a su lugar de origen, como afirma Julián Cruz, que insiste en que "pocas son las que no regresan".

En la caja donde está la paloma están indicadas las instrucciones para tratarla hasta el momento de soltarla en el recorrido procesional, principalmente darle de comer y beber dos veces y dejarla un tiempo fuera de la caja antes de soltarla para que se adapte al ambiente.