El imaginero malagueño, José María Ruiz Montes, acaba de hacer entrega a la parroquia de Nuestra Señora de Gracia, de Puertollano (Ciudad Real), de la imagen de un nuevo Cristo crucificado salido de su taller, que será presentada y bendecida el próximo 10 de julio. Es una imagen muy impactante, realizada en madera de cedro, de tamaño natural (1,95 m de altura). Está policromada y va sobre una cruz arbórea de más de cuatro metros. La imagen tiene la advocación de Cristo del Perdón, para que actúe como intercesora entre los fieles y Dios y estará situada junto al confesionario de la capilla penitencial de esta parroquia manchega.

Ruiz Montes está de plena actualidad. El cabildo de Humildad y Paciencia aprobaba la pasada semana, de manera incontestable, un boceto en terracota como proyecto para el nuevo titular cristífero de esta corporación del Domingo de Ramos, que podría salir en procesión el Domingo de Ramos de 2021. Y esta misma semana, la imagen del Cristo del Perdón ha viajado a Ciudad Real.

Se trata de una imagen alusiva al momento doloroso de la Pasión, cuando Cristo fue crucificado y dijo: "Padre, perdónalos por que no saben lo que hacen" (Lc. 23, 34). Pero, en palabras de Ruiz Montes, también pensó en una imagen de Cristo en la cruz "que reflejase el Perdón eterno por las personas, por todo aquel que se acercara a reconciliarse con el Padre", de ahí su futura ubicación.

"Con estas bases, mis referencias literarias fueron desde la Institución de la Eucaristía ["Tomad y comed; este es mi cuerpo (...) la sangre de la nueva alianza, que se derrama por todos para el perdón de los pecados" (Mt. 26, 26-28)] hasta la actualidad, siendo Cristo nuestro intercesor permanente hacia el Padre por nuestros pecados ["Mientras que otros sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía perdurar, éste, como permanece para siempre, posee un sacerdocio que no pasará, Y por eso también puede perpetuamente salvar a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que esta siempre vivo para interceder por ellos" (Heb 7 23-25)]", explica el imaginero.

El encargo se realizó por mediación de párroco de este templo, que aprobó el boceto realizado en su día.

La cruz, rematada en tintes y cera, lleva también una cartela realizada en madera y en el que se pueden leer, en tres lenguas distintas, la leyenda "Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum" (INRI).

La posición del Cristo en el madero responde al momento que quiere representar. Con una gran unción devocional en el rostro, que dirige la mirada de manera implorante al cielo. "Es una imagen de Cristo ya agotado, que se esfuerza en mirar hacia arriba para entablar un diálogo con el Padre. La mirada busca la vertical y contrarresta la inclinación del cuerpo lacerado, apoyándose en el madero", lo que puede apreciarse con la visión lateral de la talla. "Y en el momento máximo de dolor, Cristo perdonó", es lo que en realidad quiere representar en sí iconográficamente.

Destaca en el Cristo la policromía, realizada al óleo con pulimentos en las bases, con veladuras y transparencias. Las gotas de sangre en los regueros de las manos, los pies y la cabeza tienen relieve. La corona de espinas, pese a su aparente ligereza, está tallada en el bloque del cráneo de la imagen, con espinas naturales injertadas. Los ojos son también policromados, no lleva postizos.

Para su bendición, la imagen estará situada exenta en el presbiterio de la parroquia, para su contemplación.