Las imágenes del Dulce Nombre de Jesús y la Virgen de la Esperanza ya están de nuevo expuestas al culto en su basílica después del traslado celebrado este viernes desde Santo Domingo, donde han permanecido mientras duraban las obras de reforma del abside de su sede canónica. Una intervención realizada por Francisco Naranjo, María Ángeles Mulero y José Antonio Jiménez, que han seguido el diseño de Javier Sánchez de los Reyes.

Mediante esta actuación, que se ha prolongado desde mediados de la pasada Cuaresma, la archicofradía pretendía delimitar las dimensiones del espacio semicircular del ábside original con un mural pirctórico inspirado en las basílicas bizantinas.

La composición artística, según informa la propia corporación, está basada en la técnica del estofado, en la que predominan los tonos dorados, y en los elementos geométricos, ornamentales y vegetales, como por ejemplo la flor de lis. "Un arco de medio punto plasmado de manera simétrica llena los dos bloques centrales, que a su vez son escoltados con otros arcos de menor tamaño en los paneles laterales", señala la hermandad.

Las columnas del mural, así como las pilastras de la cúpula, han sido decoradas con guirnaldas acorde al resto de la obra, predominantemente con lises y formas geométricas. "Esta extensión de la intervención, sumada a la reducción del espacio, ha conseguido acabar con la sensación panorámica del altar, en favor de la verticalidad y de la integración de la bóveda en el conjunto", se congratula la archicofradía, que cuenta con esta basílica desde 1988, año de la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza. Desde entonces, la cabecera permanecía inacabada.

Del mismo modo, en el zócalo inferior o banco del mural pictórico se dispone una creación alegórica con un importante simbolismo para la hermandad. Se encuentran representados los clavos y la escalera (atributos pasionistas); el cristograma JHS (Jesús, Salvador de los Hombres -Iesus Hominum Salvator-); AM (Ave María) y finalmente las anclas cruzadas, símbolo cristiano de la Esperanza.

Sobre el mural aparecen los versículos en latín del Evangelio de San Lucas 1-31, que sintetizan la iconografía de los sagrados titulares: "Ecce concipies in sinu · et paries filium · et vocabis nomen ejus Iesum" ("El anuncio del Ángel a la Virgen María, que "concebirá y dará luz a un hijo"), referencia a la Virgen de la Esperanza, y "le impondrá el Nombre de Jesús" (Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso).

La parte inferior, del mismo modo, se ha reordenado y embellecido con dos módulos de mármol que sirven, igualmente, para acotar el espacio del sagrario, donde se ubica las piezas de candelería.

La reforma de la basílica se ha completado cambiando las luminarias, pintando el interior del templo y puliendo y abrillantando la solería.

En la tarde de este lunes festivo en la capital, a las 20.00 horas, la archicofradía celebrará una solemne eucaristía de reapertura de la basílica, que será presidida por el obispo de la diócesis, Jesús Catalá.