Obituario

Fallece Jesús Saborido, histórico pollinico y expresidente de la Agrupación

El abogado, que llevaba semanas hospitalizado, tenía 75 años y ha sido un hombre crucial en la hermandad del Domingo de Ramos, que presió durante casi 20 años en tres etapas distintas - Fue pregonero de la Semana Santa de 1978

Jesús Saborido, en una imagen de archivo en su despacho de abogados

Jesús Saborido, en una imagen de archivo en su despacho de abogados / Arciniega

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

La hermandad de la Pollinica y la Semana Santa de Málaga despiden este jueves a un cofrade histórico. Ha fallecido Jesús Saborido Sánchez. El abogado, con despacho en la calle Vendeja, llevaba varias semanas hospitalizado. Tenía 75 años y ha sido un "hombre crucial" en la historia de la corporación del Domingo de Ramos, que dirigió en distintas mayordomías durante casi 20 años.

Saborido también fue presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa entre 1991 y 1997. Durante este periodo, en 1993, se bendijo e incorporó a la sagrada titular de la entidad, la Virgen Reina de los Cielos, realizada por Luis Álvarez Duarte, entre otros logros significativos.

También fue pregonero de la Semana Santa de 1978, pronunciando, quizás, uno de los textos que más removió las conciencias cofradieras en un contexto ciertamente delimitado por la historia y muy necesario para ratificar la utilidad de la función de las hermandades en plena Transición democrática.

Jesús Saborido era, sobre todo, pollinico, y muy devoto de la Virgen del Amparo. Llegó a la hermandad siendo niño, de la mano de su padre. Solo era 1953. Con seis años se revistió por primera vez la túnica, cuando la cofradía aún salía de San Felipe Neri y, desde entonces, su vida ha estado ligada a la corporación. Aunque durante 15 años la hermandad y Saborido estuvieron distanciados, desde la intervención de la hermandad por parte del Obispado, desde 2015 se recuperó esta unión prácticamente indisoluble.

La propia cofradía asegura que deja un "legado histórico". Toda su familia es cofrade de la Pollinica. Su mujer, Paloma Sánchez Domínguez, y sus tres hijas, Paloma, Macarena y Amparo. Con 17 años ya formaba parte de la junta de gobierno de Francisco Triviño, que le nombró su sucesor. Ya había terminado sus estudios de Derecho en Granada. Era 1976 y comenzaba sus primeros años como hermano mayor, que lo fue en tres etapas: entre 1976-1982, 1983-1986 y 1989-1998. 

Durante sus mayordomías, la Pollinica logró varios hitos importantes, como lograr salir en procesión el Domingo de Ramos por la mañana, pese a la negativa inicial de la Agrupación, o el traslado de la sede canónica a la iglesia conventual de San Agustín, abandonada hasta entonces y rehabilitada gracias a las gestiones y esfuerzo económico de la hermandad. También, por ejemplo, arrancaron los primeros tornos de baloncesto o la tradicional subasta de joyas de la cofradía.

Ostentaba la medalla de oro de su hermandad, de la que también era consejero y mayordomo de trono honorario de la Virgen del Amparo. También tenía la medalla de oro de la Agrupación. 

El hermano mayor de la Pollinica, Juanjo Granados, asegura que lo que más echará de menos será "su amor y dedicación a la cofradía durante tantos años y que a pesar de los malos tiempos que se vivieron, al final supo volver a aportar y sumar". La cofradía como institución, por su parte, ha manifestado su pesar por la pérdida de Jesús Saborido en su web y redes sociales, al que califica de "nombre crucial". "Rogamos a María Santísima del Amparo que siga las palabras pronunciadas por D. Jesús Saborido en el boletín digital publicado en noviembre de 2020: “Muchas veces le pido perdón al Señor de la Pollinica porque debe estar celosillo, pero lo comprende: es su Madre. Donde esté Ella… Hablo con la Virgen, me sincero con ella, le lloro, le pido y, en estos días, le digo: Madre, no me dejes”.

La Agrupación de Cofradías, a través de sus redes sociales, también ruega una oración "por el alma de quien tanto trabajó en bien de nuestra Semana Mayor".

Sus restos mortales se velan en la sala 26 del cementerio de San Gabriel, en la capital.