Cofradías

La Magna de Málaga: de la nada al todo en apenas mes y medio

De que cualquier actividad en la calle estuviera prohibida hasta que salió la Patrona el 11 de septiembre a que se celebre una procesión con 16 tronos a la vez, tras levantarse el decreto episcopal y alcanzar el nivel 0 de alerta sanitaria

Procesión del Cristo de los Gitanos Málaga Semana Santa

Procesión del Cristo de los Gitanos Málaga Semana Santa / Álex Zea

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

Si se trataba de recuperar la normalidad procesionista, Málaga se va a convertir este sábado no solo en avanzadilla, sino en descarada promotora de cómo, tras más de año y medio de penosa travesía por el desierto por culpa de la pandemia, con dos Semanas Santas sin salidas, suspendida y condicionada, por este orden, se va a recuperar el culto público como expresión de fe con la participación de 16 cortejos, con sus 16 tronos, en la Magna 'El Camino de la Gloria' con motivo del centenario fundacional de la Agrupación. Y va a pasar de que cualquier actividad en la calles estuviera prohibida por decreto a celebrar una extraordinaria extraordinaria, valga la redundancia, con todos los parabienes episcopales y sanitarios. De la nada al todo en apenas mes y medio. 

La memoria es frágil, y en particular, el mundo cofrade se empeña en demostrarlo constantemente. El 12 de septiembre pasado, la Virgen de la Victoria podía regresar a su Santuario en andas desde la Catedral, después de celebrar en el primer templo su tradicional novena, pero cancelando por segundo año su gloriosa y triunfal procesión con motivo de su festividad. Puede que muchos ya no recuerden cómo los cofrades recibieron con entusiasmo que fuera la Patrona, precisamente, la primera. Las limitaciones fueron muchas. Ni cortejo de cirios, ni enseres, ni música... prácticamente con nocturnidad y alevosía... Pero al menos, una imagen sagrada volvía a pasar por las calles y plazas de la ciudad. Y el público respondió con toda responsabilidad y rigor, pero también con fervor y devoción. 

La tasa de incidencia acumulada entonces en la capital todavía se situaba en 124 casos por cada cien mil habitantes. Lejos aún del nivel 0 de alerta sanitaria que se viene disfrutando en las últimas semanas y que ha permitido relajar las restricciones de horarios y aforos que aún se mantenían y que, en todo caso, hacían impensable una Magna como la prevista en San Julián como la que tendrá lugar este sábado. De hecho, en julio ya se tomó la decisión de aplazarla, tras analizar la situación sanitaria y la evolución dramática que en aquellas semanas experimentaba la pandemia, en plena quinta ola de contagios, ya que en principio estaba prevista para el 25 de septiembre. 

A la semana siguiente de la procesión de la Victoria, el 19 de septiembre, en concreto, Málaga vivía una madrugada de emocionado reencuentro con trece de sus principales devociones, que volvieron a pisar las calles en procesión para ser trasladadas desde sus sedes canónicas hasta la Catedral, donde reciben desde entonces culto extraordinario en la exposición 'El Verbo Encarnado', que organiza la Agrupación de cofradías con motivo también de su centenario. Desde muy temprano las comitivas, también sin velas, aunque esta vez sí, con la presencia de cruz alzada para guiar el camino, se echaron a andar de camino al Primer Templo, algunas de lo que se ha venido a llamar extrarradio, otras desde el mismísimo Centro y la mayoría de los barrios históricos. Jesús de la Puente, la Reina de los Cielos, el Nazareno de Viñeros, el Cristo de la Agonía, la Piedad, Servitas, el Cristo del Amor, la Virgen del Rocío, el Señor de la Misericordia, el Redentor del Mundo, el Cristo de los Milagros, la Soledad de San Pablo y Nuestro Padre Jesús Cautivo continúan en esta veneración hasta el próximo 13 de noviembre.

En las vísperas de aquel domingo de amanecer de traslados, la provincia volvía a superar el centenar de casos de nuevos contagios (112 el viernes 17 de septiembre) y la tasa de incidencia acumulada en la capital superaba todavía los 88 casos por cada cien mil habitantes.

Pocos días antes, el 15 de septiembre, el Obispado levantaba el decreto de suspensión de cualquier manifestación de culto externo en la diócesis, horas después de que lo hiciera el arzobispo de Sevilla. Las procesiones regresarían a Málaga, aunque con condiciones, ya que había que solicitar permiso con antelación a la delegación, sin bien, desde entonces, se ha venido sucediendo prácticamente sin parar. Amén de las que hay previstas. Rosarios de la aurora, rosarios vespertinos, salidas de Regla de hermandades letíficas, nuevos traslados preparativos para la Magna o, sin ir más lejos, este pasado sábado, la extraordinaria de la Paloma, con motivo del cincuentenario de la imagen. 

Pero este 30 de octubre pasará a la historia por ser un verdadero "desembarco" procesionista. Si bien, en algunos casos, estos largos meses de actividad acotada ha provocado cierto grado de desafección que ha perjudicado a algunas cofradías que han tenido complicado llenar sus filas de velas para recorrer el Camino de la Gloria y, lo que es más preocupante, sus tronos, por lo que se han visto incluso obligadas a hacer llamamientos a la sociedad. 

Es la cara B del fugaz tránsito experimentado entre no poder salir y sacar 16 tronos a la vez, algunos de ellos, de los más grandes de la Semana Santa y de los que necesitan más portadores. Si a unas les ha costado completar el trono, otras, por el contrario, han logrado llenar dos turnos. Esto depende, y mucho, del tirón devocional. 

Tampoco han debido ayudar, en algunos casos, las elevadas cuotas de salida establecidas, que ha podido frenar la participación. O tener que pagar por una túnica conmemorativa que terminará colgada en un armario. ¿El uso de mascarillas o la obligación de presentar PCR negativas o pautas de vacunación completas para poder salir han podido pesar

En la Magna, además, actuarán once formaciones musicales de la capital, de las 16, acompañando a los titulares que participan, una situación que, indudablemente, resta participación potencial como acompañantes con un cirio u hombres de trono. De media, cada banda, de cornetas y tambores, música o agrupación, puede contar con unos 80 músicos, aunque las hay más numerosas.

Por su parte, la Agrupación ha puesto a la venta 24.000 sillas en el recorrido oficial, que se han ido vendido con gran agilidad y rapidez (11.000 en los primeros días). Pero, ¿hay gente suficiente para tanto? En total, la entidad de San Julián estima que saldrán unos 10.000 participantes en los propios desfiles. ¿Se ha superado el miedo al contagio? ¿Se habrán ido los malagueños de puente, incluso cofrades, que jamás hubieran podido imaginar una Magna en una víspera de Halloween? Aunque no existe una previsión oficial, la Cátedra de Estudios Cofrades suele cifrar en 250.000 personas la asistencia por cada día de Semana Santa con picos de 400.000 en Jueves Santo. Hay anunciadas muchas excursiones de otros puntos de Andalucía, además de las miles de personas que pueden llegar en sus vehículos particulares de otros puntos de España e incluso del extranjero. De hecho, la ocupación hotelera roza el 100% para este fin de semana.

Málaga verá este sábado si sus calles se llenan y si la respuesta popular está a la altura de las expectativas. Ilusión y trabajo no han faltado, incluso cuando se anunciaban lluvias que podían arruinarlo, y de lo que no cabe duda es de lo trascendental de la fecha: el 30 de octubre de 2021, volvimos. Y por todo lo grande.