Cofradías

La Magna del centenario: el mejor ensayo general para la Semana Santa de 2022

Las cofradías aprovecharon la procesión extraordinaria de este 30 de octubre para probar nuevos espacios por los que pasar y hacer apuestas estéticas innovadoras en las imágenes, los tronos o las crucetas musicales

Salida de la Virgen de los Dolores de Expiración el pasado sábado.

Salida de la Virgen de los Dolores de Expiración el pasado sábado. / J. A. S.

José Antonio Sau

José Antonio Sau

La procesión magna por el centenario de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga fue un éxito, sin duda. No nos referimos a la afluencia de turistas, que finalmente fue menor que lo esperado precisamente por las previsiones de lluvia, lo que hizo que, durante la semana previa, las ocupaciones hoteleras disminuyeran desde el lleno técnico previsto inicialmente y, el mismo sábado, algunos malagueños decidieran quedarse en casa al ver el nublado. Tampoco hablamos de la bonanza hostelera, que ha existido, claro. El éxito es el calificativo adecuado porque, tras dos años sin procesiones por la pandemia, el enorme esfuerzo organizativo de la magna dio sus frutos y todo salió bien, con algunos peros, menos importantes, desde luego. Fue, sin duda, un ensayo general para la Semana Santa de 2022, tras dos años sin tener los tronos en la calle por la pandemia.

Y eso, ya de por sí, es un éxito de la Agrupación de Cofradías y del equipo que impulsa los actos del centenario, incluyendo en el paraguas semántico que proporciona ese calificativo las dos exposiciones organizadas, el congreso de la cofradías y las actividades paralelas.

En primer lugar fue un éxito relativo a la fe y a la supervivencia de la Semana Santa: las semanas anteriores se hablaba de crisis de portadores y no son pocos los analistas que aludían a la dificultad de que los jóvenes se incorporaran a las cofradías si no había procesiones en dos años. También se aludía a que la muesca que hacen los tronos en el corazón de la infancia se perdería, malográndose esa semilla cofrade. Pero no ha sido así: cualquiera que estuviera en la salida de Pollinica sabe de lo que hablamos. Calle Parras estaba repleta de padres, madres e hijos y el nivel de simbolismo que tuvo la salida de la primera cofradía de la Semana Santa fue altísimo: hubo vivas a la Semana Santa de Málaga, un reivindicación frente al muro silencio de estos dos años. Hubo mucha gente en las salidas de las cofradías y en los recorridos previos y posteriores, acabando de un plumazo con esa concepción esnob de que lo que no se ve en el recorrido oficial no existe. La Semana Santa es callejeo y eso se vio muy bien el pasado sábado.

Hubo mucha gente en el recorrido oficial y tras las sillas, y también en las salidas. Eso sí, hay malestar entre algunos usuarios de sillas y así lo han expresado en las redes sociales. Se criticaba la separación de las sillas, escasa, dicen, y que se estuvieran limpiando poco antes del paso de los tronos, así como, en algunas zonas, cierto caos al ser colocados, algo parecido a lo que pasó el Domingo de Ramos de 2019 con el nuevo recorrido oficial, pero con mucha menos incidencia.

Otro debe fue, de nuevo, la iluminación, a decir de algunos comentarios. No se trata de que haya más luz, sino de jugar artísticamente con las posibilidades para resaltar la belleza, el tenebrismo o la luminosidad que necesite cada cofradía. En partes del recorrido oficial esto puede mejorarse. Un camino más a explorar. Y reseñable es también el enorme retraso acumulado en la jornada, algo que parece lógico si se tiene en cuenta que se trata de un recorrido ‘ad hoc’ para este desfile y, por tanto, desconocido. Fallaron los cálculos relativos a los tiempos de paso, como ya pasó con el recorrido oficial nuevo de 2019.

En el haber, las cofradías hicieron nuevas propuestas estéticas y, por ejemplo, la Virgen de la Esperanza y Jesús El Rico optaron por la sencillez en su escenificación pasionista del sábado: la imagen mariana, por ejemplo, no llevó la corona de su Coronación Canónica, sino la de la Juan Casielles, así como la saya de Elena Caro; y el Rico lució imponente con una cruz lisa y sin potencias. Hubo muchos más cambios, como la innovación en el grupo escultórico de Jesús de la Exaltación, con la Virgen del Mayor Dolor y San Juan Evangelista conformando un calvario, o el acompañamiento musical de Dolores de San Juan, o ver al Sepulcro sin sudario o la cruceta musical enriquecida con nuevas marchas fúnebres. Son pequeños riesgos que exploran nuevas vías, siempre bienvenidas. Algunas pervivirán y otras quedarán en el recuerdo.

Otra gran novedad fue la salida de la Exaltación desde la nueva casa hermandad de Fusionadas, al lado de la plaza de Camas. Y destacable es también la conversión de la Catedral, como siempre debió ser, en el corazón de los itinerarios cofrades. Ya con el nuevo recorrido oficial en 2019 aumentó mucho la realización de estaciones de penitencia en el primer templo de la diócesis, y se engalanó muy adecuadamente la rampa de acceso por la puerta de Postigo de los Abades. El paso por esta zona, con la Virgen de los Reyes presidiendo un altar efímero, fue otro acierto. A ver si la atención procesionista y cofrade sirve para impulsar el tejado a dos aguas.

El recorrido oficial pensado para la magna, con la Alameda, la plaza de la Marina y el Paseo del Parque abre también las posibilidades en este sentido en cuanto al recorrido oficial de la Semana Santa, todavía en trámite de análisis y estudio tras ser implementado por primera vez en 2019. Igual que algunas cofradías aprovecharon este sábado 30 de octubre para discurrir por enclaves y calles no habituales con el fin de ver cómo mejorar sus itinerarios, buscando más compañía o estética. Un ejemplo de ello es la Virgen de los Dolores de Expiración, que volvió a su tempo por el Soho buscando calles más recogidas y comprobar cómo funciona este camino de cara al próximo Miércoles Santo.

También se ha demostrado que las cofradías saben trabajar bajo presión y con la espada de Damocles que para todos ha supuesto el coronavirus: fue difícil ver a alguien sin mascarilla, se pidió a los componentes de los cortejos pruebas documentales o pautas de vacunación completas para minimizar el riesgo de transmisión, y el propio recorrido oficial (se criticó esa recta enorme) responde a criterios sanitarios: avenidas amplias y azotadas por el aire para favorecer la limpieza. Los actos del centenario han sido brillantes y, aunque hay aspectos mejorables, difícil era llevar a cabo la concreción, la letra pequeña de la efeméride, en un contexto como el conformado por el Covid-19.