Domingo de Ramos

Trono de Jesús del Prendimiento: La originalidad de Juan Casielles

Juan Antonio Sánchez López, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, repasa los tronos de Cristo más notables de la Semana Santa, en este nueva serie, que se inicia con el trono que el malagueño Juan Casielles (1925-1981) diseñó para la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento, realizado en 1965 en los talleres sevillanos de Villarreal. Se trata de uno de los grandes tronos del diseñador malagueño, autor además del programa iconográfico. Dio movimiento al romper las líneas rectas con entrantes y salientes y darle una traza de pecho de paloma al moldurón.

Salida procesional de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento, en 2013.

Salida procesional de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento, en 2013. / FRANCIS SILVA

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El trono de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento, realizado en los talleres sevillanos de Villarreal, se enmarca en un momento de importante renovación patrimonial de la Semana Santa de Málaga, «canalizado a través de la gran figura de Juan Casielles», destaca el catedrático de Historia del Arte Juan Antonio Sánchez López.

De esa época y de este diseñador malagueño, nacido en 1925 y fallecido en 1981, es una secuencia de tronos de orfebrería plateada, tres de los cuales son «particularmente emblemáticos»: los de la Virgen de Gracia y Esperanza de los Estudiantes, la Virgen del Gran Perdón del Prendimiento y el trono que nos ocupa, que a juicio del catedrático «es un trabajo muy preciosista, muy delicado y minucioso, que es también como un sello de marca de la orfebrería sevillana y uno de los grandes diseños y de los más originales de Juan Casielles».

Entrantes y salientes

En primer lugar, remarca, se encuentra el reto de emplear el metal, un material muy común en los pasos de Virgen de Sevilla, «pero adaptado a un trono de Cristo y al dinamismo propio del concepto malagueño».

La originalidad también estriba en un planteamiento artístico de rompimiento de las líneas rectas con «un juego de entrantes y salientes», además de emplear la traza «de pecho de paloma», ese pronunciamiento convexo que da como resultado una traza «más movida y sinuosa para la parte baja del cajillo del trono».

Esa forma sinuosa y en zigzag que marca el basamento inferior «donde más se aprecia es en las esquinas; además, ahí se utiliza el saliente para colocar la base del arbotante que es otro elemento muy singular». A este respecto, Juan Antonio Sánchez López destaca la traducción de un arbotante malagueño, «que conceptualmente es de madera» en una pieza de metal.

Otra vista del trono de Juan Casielles.

Otra vista del trono de Juan Casielles. / Agrupación de Cofradías

El programa iconográfico también es del diseñador malagueño, que aprovecha para dar «un volumen mucho más pronunciado a las capillas» con medios frontones curvos y el pináculo, motivo que repite «con la intención de que vayan a juego con las capillas de la Virgen del Gran Perdón, y es precisamente el concepto que también aplica al trono de la Virgen de Gracia y Esperanza.

En la capilla frontal se encuentra la Virgen de la Victoria; en la trasera Santa Teresa y en las laterales, San Juan Bosco y Santa Paula y por el otro lado San José y San Ciriaco.

Además, como elemento de iluminación, combina los cuatro arbotantes mencionados y le añade sendos faroles en los laterales, «un elemento que sirve para armonizar las proporciones y evitar la monotonía». Las dos capillas de cada lateral y este elemento central «marcan la simetría del conjunto».

Para el catedrático el del Prendimiento es un diseño «muy elegante» y «un trono magnífico, porque es un intento de hacer un trono malagueño en metal y al mismo tiempo adaptando elementos del estilo sevillano».  

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