Cofradías

El Papa, el primer devoto del Señor de Humildad y Paciencia

El Santo Padre Francisco recibe en audiencia a la hermandad de la Cruz del Humilladero y bendice las potencias de la nueva imagen titular de Ruiz Montes, que recibirá las aguas santas el próximo 15 de octubre en la parroquia de San Vicente de Paul

El Papa Francisco bendice las potencias del Cristo de Humildad y Paciencia que le ofrece su hermano mayor, Antonio Río.

El Papa Francisco bendice las potencias del Cristo de Humildad y Paciencia que le ofrece su hermano mayor, Antonio Río. / L. O.

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

La historia devocional de una imagen se va forjando con el paso de los años, jalonada por la experiencia de fe que, en su torno, viven los devotos que la veneran y que encuentran, a través de ella, un motivo para seguir a Cristo y sus enseñanzas. Son referentes que inspiran a la compasión, al sosiego, a la calma. Motivos de esperanza, por supuesto. Clavos ardiendo a los que aferrarse, cuando vienen mal dadas. Objetos de atracción de amor, de cariño, de fe y que aglutinan a personas de toda índole y condición que las tienen como nexo y por las que se hacen llamar hermanos. El nuevo Cristo de Humildad y Paciencia, que se bendecirá en San Vicente de Paul este próximo 15 de octubre, está destinado a concentrar el fervor de los numerosos vecinos de la Cruz del Humilladero que ven en su hermandad un estandarte que les aporta personalidad y hacen que se sientan parte de algo muy importante. Pero, sin embargo, antes incluso de que lo conozcan sus parroquianos, ya se conoce en Roma y el Papa Francisco se ha convertido en su primer devoto.

El Santo Padre ha recibido este miércoles en audiencia a parte de la junta de gobierno de la corporación del Domingo de Ramos, encabezada por su hermano mayor, Antonio Río, que ha estado acompañado por el primer teniente, José Ramón Caparrós, y el escultor autor de la imagen, José María Ruiz Montes, de la mano de Salvador Aguilera, sacerdote de Ronda, oficial de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede, y que este año ha predicado la novena de Santa María de la Victoria.

El Papa Francisco, con la medalla de la hermandad de Humildad y Paciencia, en el pecho.

El Papa Francisco, con la medalla de la hermandad de Humildad y Paciencia, en el pecho. / L. O.

Durante la audiencia general, que ha tenido lugar este miércoles en la plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, la delegación malagueña ha tenido ocasión de asistir muy cerca a la catequesis ofrecida por Su Santidad, durante la que ha retomado el tema del discernimiento, cuyo elemento principal es la oración, "la misma que permite dirigirnos a Dios como a un amigo, con la espontaneidad y afecto que vence al miedo de no ser amados por Él", según dijo Francisco. Los cofrades han estado situados en segunda fila, y gracias a un pase especial que habían obtenido, han podido acercarse y ofrecer al Papa una de las primeras fotografías del Cristo de Humildad y Paciencia, en un marco de plata, con la leyenda de la imagen en latín: "Obediente hasta la muerte". También se le impuso la medalla corporativa.

Del mismo modo, Fransico ha podido bendecir el nuevo juego de potencias que lucirá la imagen. Se trata de una obra en plata de ley bañadas en oro, con incrustaciones de rubíes, que han sido realizadas por Miguel Ángel Montenegro, en Fuengirola, siguiendo el diseño de Fernando Prini. Una de estas potencias, de hecho, luce en su reverso la heráldica del Papa, que ha obsequiado Aguilera. Ya son las 'potencias pontificias'.

"Que una hermandad con apenas 24 años de existencia se ponga delante del Papa considero que es un importante hecho histórico"

"Que una hermandad con apenas 24 años de existencia se ponga delante del Papa considero que es un importante hecho histórico", señala el hermano mayor, quien pudo explicar al Santo Padre los pormenores de este ansiado proyecto de la hermandad. El Papa era conocedor en la Audiencia de la presencia de los cofrades de la Cruz del Humilladero. "Ha sido todo un honor que el Santo Padre se digne a saber sobre las vicisitudes propias de nuestro instituto nazareno, haciendo hincapié en su historia más reciente", dice Río, quien ha destacado las "cariñosas palabras" de Francisco hacia la hermandad y la labor que realizan las cofradías.