La Divina Pastora se coronará canónicamente el 5 de octubre de 2024

La Divina Pastora de las Almas será coronada el sábado 5 de octubre de 2024 y Capuchinos es ya una fiesta que se alegra de que la imagen de su Patrona vaya a ser distinguida al fin con el máximo reconocimiento eclesiástico a la devoción ininterrumpida de la que disfruta desde hace 300 años. La fecha ha sido proclamada este sábado en la sede canónica de la congregación, durante una eucaristía que se ha celebrado con motivo de la festividad litúrgica de la Madre del Buen Pastor, en la víspera del cuarto domingo de Pascua, tras la lectura del decreto firmado por el obispo, Jesús Catalá, el pasado 8 de marzo.

Era un anuncio muy esperado. Ratificado y confirmado ya de forma oficial. Y ha sido recibido con una cerrada ovación, abrazos emocionados de los pastoreños y vítores y alabanzas a la Divina Pastora. Desde que se conociera en la pasada Cuaresma que la venerada imagen de José Montes de Oca sería coronada canónicamente, mucho se había especulado con este día histórico, sobre todo en estos días previos. Pero todas las dudas han quedado ya despejadas. La Pastora recibirá su coronación en la Catedral. Será la primera vez que acceda al Primer Templo de la diócesis, además. Y el barrio de Capuchinos contará así con su segunda imagen mariana coronada, después de que María Auxiliadora lo esté desde 1907. En ambas imágenes, de hecho, se asientan los pilares devocionales de este histórico arrabal surgido, precisamente, a los pies del antiguo convento de los frailes. Y ambas imágenes, además, letíficas, porque en ninguna otra parte de la capital se viven las Glorias como se hace en Capuchinos.

La Pastora se convertirá así en la undécima Virgen malagueña en obtener este rango. El anuncio ya se hizo el pasado 24 de marzo y se hizo coincidir con el aniversario del fallecimiento del beato Fray Diego José de Cádiz, fundador de la hermandad malagueña en 1771.

Y es que Málaga tiene la dicha de contar con una de las representaciones de la Santísima Virgen María bajo esta advocación más antiguas de cuantas se veneran en Andalucía. De ahí su tremendo arraigo. Su devoción ha traspasado fronteras y ha superado todo tipo de dificultades y crisis históricas, desde la Invasión Francesa y la Desamortización vividas en el siglo XIX a la quema de conventos tras la proclamación de la II República en mayo de 1931 o la Guerra Civil.

La imagen además de ser una de las de mayor antigüedad e historia que se veneran en Málaga, ha llegado a nuestros días prácticamente inalterable a la concibió su autor en el siglo XVIII, con muy pocas transformaciones y restauraciones. La última, precisamente, a la que ha sido sometida estos últimos tres meses por Ángeles Mulero y Francisco Naranjo, que han intervenido fundamentalmente en su policromía y cuyo trabajo fue presentado este mismo viernes, cuando la imagen ha regresado al culto en su templo, aunque nunca llegó a abandonar Capuchinos, ya que los trabajos de rehabilitación han tenido lugar en el anexo convento de las Clarisas. 

La Pastora regresa al culto tras tres meses de restauración

Unas recientes investigaciones realizadas por el historiador Juan Cristóbal Jurado Vela ha datado en 1741 la presencia de la imagen de la Virgen en el templo que labraron los frailes capuchinos en 1632. Es decir, que la Divina Pastora, la misma imagen a la que ya rezaban los capuchineros de hace tres centurias, la predilecta en los últimos años de sus predilectos José Claros, Rafael Gómez o don Alfonso Rosales, ha estado siempre, y esa longevidad, ese cariño a su Patrona, que también lo es del Deporte, serán renocidos el próximo 5 de octubre de 2024 con la coronación de la imagen.  

Un camino efectivo que comenzó el 30 de octubre de 2019 cuando el vicario general, Antonio Coronado, autorizó el inicio del expediente que hacía realidad el anhelo de los pastoreños, que desde entonces han venido desarrollando un completo itinerario preparativo con acciones de formación, culto y caridad que han recibido el visto bueno del obispo, que pudo comprobar in situ en una visita pastoral a la parroquia celebrada el 7 de marzo de 2020, una semana antes del decreto de estado de alarma por la Covid-19 que provocó el confinamiento.  

Este sábado, en una iglesia llena de fieles, con la participación del coro de la parroquia, en la misa presidida por el párroco y director espiritual Rafael Pérez Pallarés, se ha dado un paso decisivamente histórico. Así lo consideraba en su homilía el sacerdote. No solo para la congregación que le rinde culto, sino para toda la parroquia. Pallarés señaló que el rito de la coronación es una "consecuencia práctica de la religiosidad del pueblo, que tiene su forma de entender la fe". "La Virgen nos protege, nos cuida, nos acaricia. En torno a la Madre se reúne el rebaño. Una coronación no es solo ponerle una pieza de metal en la cabeza. Eso sólo es un símbolo. Es un gesto que resume el cariño de una ciudad a una mujer: María la de Nazaret", precisó el director espiritual, quien pidió a los hermanos de la corporación y a todos los fieles pastoreños que, durante este tiempo hasta este próximo 5 de octubre de 2024, se dedique a "que nuestras almas sean purificadas, a la oración y a cumplir la voluntad de Dios: esa será la mejor corona que se le pueda imponer a la Virgen", dijo.