Aniversario

La Hermandad se hace fuerte entre el Puerto de la Torre y el Centro

Día de celebración, novedades y para guardar la memoria en una inédita procesión de la cofradía del Cristo de la Hermandad y la Virgen de los Dolores, del Puerto de la Torre, por el Centro de Málaga para celebrar el 75 aniversario de la cofradía

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

Ilusión. Emoción. Expectación. Curiosidad. Estos son sentimientos que he vivido como espectador de la procesión extraordinaria de la Cofradía del Cristo de la Hermandad y de la Virgen de los Dolores del Puerto de la Torre. Si como espectador se puede vivir esto, las sensaciones y vivencias de los hermanos de esta hermandad han debido de ser extraordinarios.

No ha sido para menos. Los 75 años de la fundación de la hermandad no se merecían menos que vivir una jornada como ésta. Ha sido una presentación en sociedad en toda regla. Un abrir los ojos para muchos malagueños que no conocían a esta cofradía más allá de lo que recogen los horarios e itinerarios, en el aparatado de no agrupadas. Su salida procesional por las calles del Centro de Málaga ha dado la oportunidad a muchos malagueños para conocer a una hermandad que ha sabido enraizarse tanto en el Puerto de la Torre que no se entienden en uno sin el otro.

Fueron muchos los vecinos del Puerto de la Torre que bajaron al Centro para vivir esta jornada. Muchos en la procesión, otros como público, acompañando a la procesión o en la misa en la Catedral. Ha sido un día grande y han hecho a Málaga, y en especial a la cofrade, un poco más grande y más rica con la ilusión que han derramado por la calle.

Procesión de la hermandad del Puerto de la Torre por el Centro de Málaga

El cortejo de la hermandad del Puerto de la Torre pasa por la explanada de la Basílica de la Victoria. / Eduardo Nieto

Inicios en la Victoria

Los primeros compases de la procesión se hizo en un ambiente casi familiar. A una hora temprana, con el sol apretando a los hermanos del cortejo con chaqueta negra. El barrio de la Victoria respondía a la presencia de la cofradía de la Hermandad en la calle. Tanto la salida desde la casa hermandad del Amor, como el paso por el Monte Calvario, el repiqueteo de las campanas de la Basílica de la Victoria o el saludo de la cofradía del Rocío. La curva de entrada a la calle Altozano se hizo con la marcha ‘Consummatum Est’ interpretada por la Banda de Música de la Virgen de la Soledad, que acompañó al trono en el recorrido de ida a la Catedral. Con esos acordes sonando, uno cae en la cuenta que una maniobra tan vista y trabajada por la cofradía del Rocío es totalmente nueva para esta hermandad. Y no solo esta curva. Si no todo el recorrido. Un recorrido que no tiene nada que ver con lo hecho por esta hermandad y que supone un reto para portadores y capataces. Y lo superaron con nota. Precisos, seguros y con mucha seriedad, el trono fue avanzando, subiendo, bajando y girando en todo el recorrido. Había mucho trabajo previo de los portadores y capataces. Se notaba. La bajada por Cárcer con la marcha 'Cristo de la Humildad' fue un ejemplo de llevar el trono suave y gustándose. Y, por supuesto, gustando a un ya muy numeroso público.

Puesta en escena

El calvario formado por las imágenes titulares de la hermandad del Puerto de la Torre fue todo un acierto. Es verdad que el trono no es muy grande, pero no se podía dejar a un titular fuera en está celebración, en una imagen inédita para la corporación, que por primera vez puso a todos sus titulares en el mismo trono, con sentido y mensaje bien pensado, sacando todo el partido del espacio del trono. La Virgen de los Dolores lucía elegantísima, demostrando que tienen una imaginería que no tiene nada que envidiar a otras hermandades más “céntricas”. La renovación estética de esta cofradía se está revelando como un total acierto y en unos años se verá en todo su esplendor. La imagen del Cristo, sobrio e impresionante en el trono, fue un descubrimiento para muchos malagueños, que se encontraron con una imagen devocional de categoría.

Si hubiera que ponerle un “pero” a la procesión sería el trono, que todavía no está terminado y no lució el dorado que se le espera, como hubiera gustado a los hermanos, aunque eso no resta valor a lo que hicieron y a una jornada que es y debe ser un motivo de orgullo para todos los vecinos del Puerto de la Torre y un más que grato descubrimiento para el resto.

Procesión de la hermandad del Puerto de la Torre por el Centro de Málaga

La hermandad del Puerto de la Torre en la calle Cister, tras la misa del 75 aniversario. / Eduardo Nieto

Celebración cofrade en la calle

Tras la misa en la Catedral, con muchos vecinos del Puerto de la Torre arropando a sus titulares, llegó la procesión de vuelta hacia la casa hermandad de Mena. Fue un momento de bulla, marchas, momentos especiales con saetas y poemas. Los hermanos de la cofradía pusieron las espaldas rectas para esta segunda parte de la procesión. Festiva, relajada y de sabor cofrade. 

Llegó el momento de disfrutar sin límite, con un recorrido que no pasó por la calle Larios por la coincidencia de la Pasarela Larios. Pero, ¿eso importa? No se puede negar que es el escenario deseado por cualquier cofrade, pero la cofradía de la Hermandad convirtieron todas las calles del Centro en su calle Larios particular. Acompañados en esta parte del recorrido por la Agrupación Musical Jesús Cautivo, de Estepona, se lanzó a unas calles llenas de público donde las saetas trajeron ecos de la Semana Santa; y el estreno de la marcha 'Legado de caridad', de Raúl Delgado Perera, puso música a la labor social de esta hermandad por su aniversario. Una labor que fue más social de lo que cualquiera pueda imaginarse, repartiendo 12.000 corazones de cera (sí, 12.000 hechos por los propios hermanos) acompañados de una tarjeta que invitaba a ser donante de órganos. No podía ser mejor complemento para esta procesión.

Tracking Pixel Contents