Cofradías

Mena acelera los trabajos para poder estrenar su nuevo retablo en junio

La congregación ultima con los distintos artistas que intervienen en esta monumental obra la conclusión de las distintas piezas para poder presentarla y bendecirla coincidiendo con el noveno aniversario de la coronación de la Virgen de la Soledad

Detalle del proceso de ejecución de unos de los ángeles mancebos del retablo de Mena, obra de Encarnación Hurtado.

Detalle del proceso de ejecución de unos de los ángeles mancebos del retablo de Mena, obra de Encarnación Hurtado. / Mena

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

Málaga

La congregación de Mena está a punto de ver culminado el principal proyecto que ha absorbido su actividad durante prácticamente el último lustro. Puede que quizás sea la obra de mayor envergadura afrontada por la cofradía en su historia reciente: el nuevo retablo que presidirá la capilla de sus sagrados titulares en la iglesia de Santo Domingo, su sede canonica. En estas semanas acelera los trabajos para poder presentarlo y bendecirlo el próximo mes de junio, coincidiendo con el noveno aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Soledad. El día 11, en concreto. 

Se trata de un monumental simulacro de madera tallada y dorada que está siendo ejecutado por diferentes artistas de distintas disciplinas. El deseo de los congregantes era recuperar el altar que se perdió en el brutal asalto al templo en la mañana del 12 de mayo de 1931, cuando también fue destruida la venerada imagen del Cristo de la Buena Muerte, obra referente artística y devocional de Pedro de Mena y Medrano, por quien aún se conoce a la corporación popularmente. El diseño, de hecho, está basado en la líneas principales del desaparecido de la Virgen de la Soledad, aunque enriquecido y transformado. Hay pocas referencias gráficas que permitan conocer en detalle este altar arrasado por los saqueos.

El tallista sevillano Daniel Ibáñez es el artífice del diseño que, a su vez, está basado en un bosquejo del orfebre y joyero cordobés Manuel Valera. Todo el programa iconográfico ha sido ideado por el historiador malagueño y cofrade Alberto Palomo Cruz. El proyecto fue aprobado por la junta de gobierno en octubre de 2021. Posteriormente fue avalado por el capítulo de hermanos y presentado en el Obispado, que también dio su visto bueno. En septiembre de 2022, recibía en última instancia el dictamen favorable por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, si bien, modificó sensiblemente el diseño original. Los cambios afectaban, fundamentalmente, a la parte superior del retablo y a sus calles laterales, tanto en la decoración como en la eliminación de dos de las cuatro hornacinas que se habían proyectado al principio.

A la izquierda, diseño del primer proyecto del retablo de Mena. A la derecha, diseño definitivo tras los cambios introducidos por la Junta de Andalucía.

A la izquierda, diseño del primer proyecto del retablo de Mena. A la derecha, diseño definitivo tras los cambios introducidos por la Junta de Andalucía. / L. O.

¿Cómo marchan los trabajos?

Ibáñez se encarga de la talla en su taller sevillano. El teniente hermano mayor de Mena y coordinador de la obra, Pablo Krauel, explica que durante todo el proceso de ejecución, cada pieza ha pasado por la capilla de la congregación para ser probada antes de su terminación definitiva. "Si había que cambiar algo, se retallaba hasta que encajara perfectamente", señala. Cuando la congregación y los tallistas se aseguraban de que cada elemento ornamental se ensamblaba de forma correcta, pasaban al taller malagueño del dorador Alberto Berdugo. "Las labores de talla se encuentran a un 70% y hay una gran parte ya dorada", añade Krauel.

Por su parte, Valera se encarga de las peanas del camarín sobre las que serán presentadas tanto el Crucificado como la Virgen de la Soledad y la imagen de María Magdalena, así como de la orfebrería que rematará la embocadura del todo el testero. Por su parte, Encarnación Hurtado y Álvaro Abrines están llevando a cabo la imaginería, basándose en el discurso de Alberto Palomo, quien en su memoria descriptiva del proyecto ya advertía de que la obra pretendía ser "una gran máquina en madera tallada y dorada". Hurtado ya tiene todas sus esculturas talladas y prácticamente terminadas, con policromía y estofado incluido, a falta de las encarnaduras. Su labor se ha centrado en la realización del cortejo celestial del retablo, es decir, dos ángeles mancebos y otros dos pequeños querubines. Los primeros, vestidos con ropajes ampulosos, portarán la caña con la esponja y el de la derecha la lanza de Longinos, es decir, los instrumentos empleados para culminar el martirio de Cristo en la cruz, también conocidas como 'armas Christi'. Los dos angelitos desnudos, de apariencia más infantil, se alzarán en los extremos del coronamiento y sostendrá dos cartelas alusivas a los titulares de la congregación: uno con la corona de espinas, tan personal en Mena, y el otro una flor de lis, simboligía asociada a la Virgen de la Soledad.

Una de las piezas del futuro retablo de Mena, completamente terminada, con el dorado de Alberto Berdugo.

Una de las piezas del futuro retablo de Mena, completamente terminada, con el dorado de Alberto Berdugo. / Mena

Álvaro Abrines, por su parte, también tiene conclusas las tres imágenes de Santos dominicos que se alojarán en las dos hornacinas de las calles laterales y en el ático. En concreto una imagen de San Telmo y otra de San Vicente Ferrer, así como otra de Santa Catalina de Siena, en la parte superior. "Cuando termine algunos detalles que aún le restan del trono de la Sentencia se pondrá con la policromía de estas esculturas", agrega Pablo Krauel.

"Todo va a buen ritmo"

Manuel Valera también se encuentra en plena faena. Las imágenes recibirán culto sobre unas peanas de orfebrería con un basamento para sostener la cruz del Cristo. Dos ángeles lo estarán señalando para que sea advertido por las almas del Purgatorio, repartidas por toda la extensión de la peana y cuya inclusión se justifica por la advocación complementaria del Crucificado, de Ánimas. La cartela central contará con una alegoría de la Buena Muerte.

"Todo va a buen ritmo y los trabajos van marchando, así que confiamos en que el retablo pueda estar finalizado para la fecha prevista", concluye el teniente hermano mayor de Mena. La congregación, además, afronta un ambicioso proyecto de iluminación con la empresa Erco.

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