Entrevista

"Confieso que se me saltaron las lágrimas cuando vi a la Esperanza entrando en el Vaticano"

Sergio Morales, hermano mayor de la Archicofradía de la Esperanza | Entre el pellizco, cuando la Virgen salía de Málaga, y el vuelco al corazón, cuando llegaba a San Pedro, admite sentir un cúmulo de sensaciones en estos días en los que también admite que tanto trabajo, a nivel logístico, pero también emocional y humano, supone un desgaste que, en todo caso, se compensa al ver a la imagen al culto en el corazón de la cristiandad

Sergio Morales, hermano mayor de la Archicofradía de la Esperanza.

Sergio Morales, hermano mayor de la Archicofradía de la Esperanza. / Álex Zea

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

Ciudad del Vaticano

No sabe si está más satisfecho, ilusionado o fatigado, porque el trabajo ha sido ingente y supone también un desgaste emocional. Sergio Morales, el hermano mayor de la Esperanza, representa un cúmulo de sensaciones difícilmente explicables durante estos días en Roma, vísperas de la Gran Procesión de este sábado, durante los que la imagen de la Virgen está recibiendo culto extraordinario en la capilla de San Pío X en la basílica de San Pedro. Seguramente son las mismas que experimentan los archicofrades, los desplazados o los que vivirán esta cita desde Málaga. Sin duda que nunca lo olvidará y que, cuando pase el tiempo, asumirá la trascendencia real de todo lo que la cofradía que dirige ha sido capaz de hacer y lo que ha supuesto para la historia de la Semana Santa de Málaga. De momento, recibe mensajes de apoyo y cientos de felicitaciones, que le hacen sentir legítimo orgullo.

¿Cómo están siendo estos primeros días en Roma?

Son días, sin duda, muy especiales. Llegamos el martes a Roma y prácticamente no hemos parado. Ver a la Virgen de la Esperanza dentro del mayor templo de la cristiandad es algo indescriptible. Ya no solo como hermano mayor, sino como cofrade. Me siento un auténtico privilegiado al poder vivir esto en primera persona. Si hace tres años me cuentan que íbamos a disfrutar de algo así, no me lo hubiera creído. Cuando Paloma Saborido se sentó conmigo y con el primer teniente hermano mayor en la casa hermandad y nos contó sus planes de cara al Jubileo de las Cofradías y nos hizo la propuesta de que la Virgen viajara a Roma para participar en la procesión, pensé que se trataba de una broma, sinceramente. Pero más allá de que esté aquí, por todo el trabajo que esto conlleva y porque, al fin y al cabo, estamos representando a todas las cofradías del mundo.

¿Cómo responden los peregrinos que entran por la Puerta Santa y se acercan a la capilla donde está la Virgen?

Veo muchas personas de Hispanoamérica. No paran de hacer fotos. Muchos se interesan por la procedencia de la Virgen, quieren saber quién fue su autor, cómo se borda el manto o la saya... Llama mucho la atención la forma de presentar al culto una dolorosa andaluza. Hablan nuestro mismo idioma y recibimos muchas felicitaciones. También hay muchos peregrinos que vienen de España y en concreto de Andalucía y que han adelantado su llegada para estar el sábado en la procesión.

Muchos archicofrades, sobre todo los más antiguos y veteranos, que vivieron en primera persona la coronación canónica de la Virgen en 1988, nos están diciendo que esto es mucho más importante

¿Qué supone para los archicofrades ver a su Virgen al culto en la basílica de San Pedro?

Muchos archicofrades, sobre todo los más antiguos y veteranos, que vivieron en primera persona la coronación canónica de la Virgen en 1988, nos están diciendo que esto es mucho más importante, con lo eminente que fue todo aquello.

¿Qué siente al ver todo el trabajo que están realizando sus hermanos?

He sentido orgullo. Mucho. Ya no solo como hermano mayor, sino como archicofrade. La satisfacción es plena. El trabajo del equipo que capitanea Tadeo Furest, nuestro albacea general, está siendo brutal. Detrás de todo este esfuerzo hay una unión increíble, una ilusión desbordante.

Eso es síntoma de buena salud cofrade.

La cofradía lleva muchos años disfrutando de muy buena salud. Y el equipo de trabajo de la Albacería tiene un amplio bagaje y una dilatada experiencia. 

¿Qué sentimientos, imagino contradictorios, experimentó en Málaga cuando vio partir a la imagen hacia Roma?

En ese momento me dio un pellizco que no se puede imaginar. La Virgen iniciaba un largo viaje y la responsabilidad es mucha. Pero a la vez sentía la satisfacción de saber que le esperaba un destino inmejorable y que iba a desarrollar un papel trascendental dentro de este Jubileo de las Cofradías.

¿Fue distinto cuando la vio llegar al Vaticano?

Ahí el corazón me dio un vuelco. Cuando estábamos todos en la plaza de la residencia Santa Marta y vi entrar al camión de DVS que traía a la Virgen, confieso que se me saltaron las lágrimas. Fue un momento muy emocionante. Estábamos varios miembros de la junta de gobierno. También nos acompañaba el hermano mayor del Cachorro, José Luis Aldea, porque su Cristo también llegaba en ese momento. La verdad, que si me tengo que quedar con un instante, por ahora es ese. Y cuando introdujimos a la Virgen en la basílica de San Pedro. O cuando Juan Leiva la terminó de vestir por la mañana.

Es lógico que me hubiera gustado que se hubiese salido de una iglesia, pero no me asusta salir de una carpa

¿Qué opinión le merece la controversia generada por el tinglao de donde saldrán este sábado las imágenes?

Nosotros estamos acostumbrados a tener tinglaos y en Málaga aún existen. Es lógico que me hubiera gustado que se hubiese salido de una iglesia, pero no me asusta salir de una carpa. En todos este tiempo hemos visitado varias iglesias. Se han medido muchas puertas. Pero ya no solo se trataba de las dimensiones del trono, que no cabe, sino por el peso. No era conveniente, y así nos lo dijeron, que plantásemos un trono como el nuestro, con su volumen, en una iglesia donde suele haber criptas subterráneas que podrían venirse abajo. Era un riesgo inasumible. 

¿Cómo afronta la Gran Procesión?

Con muchísima ilusión. Va a ser un momento muy emocionante ver a la Virgen con su trono por las calles de Roma. Sobre todo por el entorno del Coliseo. Imagino la foto y será maravillosa.

He de reconocer que a nivel logístico, pero también emocional y humano, todo esto ha supuesto un enorme desgaste. Pero está claro que no se puede pedir nada más al trabajo desarrollado por todos

¿Cómo cree que recordará todo esto?

Tanto mi familia como yo, mi hija que ya es gran cofrade a sus 9 años y que está deseando venir, lo recordaremos con muchísima emoción. Sobre todo los que hemos tenido la suerte de vivirlo en primera persona... Aunque he de reconocer que a nivel logístico, pero también emocional y humano, todo esto ha supuesto un enorme desgaste. Pero está claro que no se puede pedir nada más al trabajo desarrollado por todos. He recibido muchos mensajes de apoyo de hermanos mayores y muchos cofrades, dándonos ánimos y mucha gente valora nuestro esfuerzo. Creo que los cofrades de Málaga se sienten bien representados por la Virgen de la Esperanza. Porque la Virgen está aquí también en representación de la Agrupación de Cofradías y de la diócesis.

¿Supondrá un revulsivo en las relaciones, a veces convulsas, de las cofradías con la jerarquía eclesiástica?

Yo pienso que sí. A mi modo de ver, la religiosidad popular es muy importante. Las cofradías aportamos muchísimo a la Iglesia. 

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