Jubileo de las Cofradías

Procesión en Roma: no solo la Virgen de la Esperanza y El Cachorro

La gran procesión de Roma sirvió para dar a conocer a diversas formas de expresar la religiosidad popular, con hermandades provenientes de Sicilia, Perpiñán o Mafra, en Portugal

Roma

No hay una cofradía igual que otra. Esto lo saben los malagueños simplemente observando a las hermandades que hay en la provincia. Pero si se mira dentro de Andalucía, las diferencias nos pueden parecer abismales y que un cofrade sevillano o de Baena no se entenderían con uno de Málaga. Y si es de León, menos. Pero si algo está enseñando el Jubileo de las Cofradías es que este movimiento de religiosidad popular es tan diverso, tan amplio y tan grande que es una tontería crear divisiones absurdas. Ver el Nazareno de León en procesión habrá abierto los ojos a muchos malagueños del parecido que mantienen con nuestra Semana Santa. O que el repertorio de los leoneses también incluye a 'Virgen de la Hiniesta', por poner un ejemplo. Pero luego llegan los sicilianos de Maria SS. Addolorata y vemos que su música, aún siendo diferente e incluyendo un coro, tiene muchos más parecidos de lo que podríamos pensar. Por no olvidar a la Archiconfrérie de la Sanch, de Perpiñán, con sus penitentes como nazarenos.

La Gran Procesión de Roma sirvió de escaparate para dar a conocer esa variedad de la religiosidad popular, que no es más que la única fe que une a todos los católicos pero vista desde los ojos del pueblo, del que pisa todos los días la calle con una realidad y tradiciones definidas, que le llevan a expresar su fe y devoción de una forma peculiar y única. También es un baño de humildad para todos, en tanto que se podrá presumir de las cosas bien hechas, del cuidado o de conseguir la mejor solución a cualquier detalle, pero el esfuerzo, la entrega o la devoción desnuda de las personas es igual en todos sitios. Aunque las túnicas sean cortas, vayan con tenis o apenas sumen un centenar de hermanos en un pueblo pequeño. Hay un lenguaje común y una hermandad que se puso de manifiesto durante la Gran Procesión.

Salida procesional de varias cofradías de León, Portugal, Francia e Italia, durante el Jubileo 2025 en Roma

Arciconfraternita Vaticana de Santa Anna de Parafrenieri / Álex Zea

De Portugal a Italia, pasando por León

Abrió el cortejo, bajo un calor de justicia, la Real e Venerável Irmandade do Santíssimo Sacramento de Mafra, proveniente de Portugal, con un crucificado que llevaban a gran altura, pero que finalmente tuvieron que cambiar la forma de portarlos al romperse la pértiga sobre la que estaba suspendido. Iban con incensario algo que, salvo las cofradías españolas, nadie utilizaba. Apenas una decena de integrantes, con túnica negra y esclavina roja, fueron los encargados de abrir el paso a la procesión.

Acudió también la Arciconfraternita Vaticana de Santa Anna de Parafrenieri, que lleva una imagen de Santa Ana y la Virgen niña sobre unas andas a ruedas que es empujada por ocho portadores con capas. Una imagen peculiar que recuerda a lo que ocurre en algunas zonas de Castilla, donde se porta a las imágenes de una forma parecida. La aparición de un chispeo obligó a tapar la imagen con un plástico.

Salida procesional de varias cofradías de León, Portugal, Francia e Italia, durante el Jubileo 2025 en Roma

Cofradía del Dulce Nombre de Jesus Nazareno de León / Álex Zea

Tras ellos acudía la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León, una hermandad de 1611 que ofrecía un cortejo austero, con los integrantes vestidos con la túnica de tergal negro que suelen llevar en Semana Santa y que, durante la tarde, se convirtió en una tortura de calor para sus componentes: "En León sí que nos viene bien, pero hoy es diferente", comentaba uno de sus hermanos. Su trono, un Nazareno con Simón de Cirene, era portado de forma excepcional por 118 braceros, que es como se llama a los hombres de trono, que se cambiaron a mitad de recorrido con un segundo turno. El obispo de León, Luis Ángel de las Heras Berzal, acompañó a los hermanos del Nazareno durante la procesión, así como una representación de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, también de León y con la que están hermanados.

Este trono iba portado a una manera muy similar a la malagueña y con la Agrupación Musical de la hermandad interpretando marchas como 'Virgen de la Hiniesta' o 'Nuestro Padre Jesús de la Victoria'. Durante toda la jornada de la Gran Procesión, al tener los 'tinglaos' junto al de la Esperanza y El Cachorro, fue un transitar de uno a otro para conocerse y ver a los titulares. Para muchos hermanos del Nazareno, la cofradía más importante de León con más de 4.000 hermanos, fue un descubrimiento conocer las realidades cofrades de Málaga y Sevilla tan de cerca. Igual que para muchos hermanos de la Esperanza reconocerse en los de León y su forma de procesionar.

Salida procesional de varias cofradías de León, Portugal, Francia e Italia, durante el Jubileo 2025 en Roma

Archiconfrérie de la Sanch de Perpignan (Francia). / Álex Zea

Detrás del Nazareno de León procesionaba una representación de la Archiconfrérie de la Sanch, de Perpiñán. Era un cortejo austero, abierto por mujeres vestidas de riguroso luto y la cabeza cubierta de mantilla negra. Detrás, un crucificado de madera y gran expresividad de 1307, portado por hombres con capirotes, siendo la única presencia de este elemento de penitencia en la procesión de Roma, en época de Pascua.

Genoveses y sicilianos

Salida procesional de varias cofradías de León, Portugal, Francia e Italia, durante el Jubileo 2025 en Roma

Priorato Ligure delle Confraternite, de Génova. / Álex Zea

Tras los leoneses procesionaba una representación del Priorato Ligure delle Confraternite, proveniente de Génova con unos crucificados llamados Christo Sancti, que están adornados de forma espectacular con flores de talco, que realizan con latón a mano en una filigrana de habilidad y arte que llama la atención. Estos crucificados se portan directamente sobre un cinturón de cuero y apoyado al hombre, sin sujetarlo por la mano. Es una mezcla de habilidad, fuerza y sacrificio impresionante, ya que el crucificado más pesado supone 144 kilos. Van un grupo de unos 20 portadores que se van turnando para llevarlo, desde algunos casi adolescentes a otros veteranos. Además, se llevan de una forma peculiar, al menos al revés de como nos resultaría natural, ya que no va según el sentido de la marcha, sino de lateral, pues entienden que Cristo debe ir mirando al público.

Uno de los cortejos más numerosos fue el de la Confraternita Maria SS. Addolorata di Enna (Italia). Esta hermandad siciliana fue acompañada por una gran cantidad de personas con túnica y esclavina de distintos colores, una sección de niños que portaban una flor cada uno y, en el centro, dos niñas con hábito de monja carmelita, y el trono con la Virgen portado a hombros, sin bajar de forma habitual, ya que permanecía en el hombro de los portadores y, de vez en cuando, se descansaba sobre una especie de caballete que llevaban dos hermanos a un lado. Detrás, la Banda Municipal de Enna y un coro que acompañaba las marchas, en una combinación sutil y efectiva. Detrás, iba un grupo de familiares y devotos muy numerosos con una pañoleta morada en el cuello.

Salida procesional de varias cofradías de León, Portugal, Francia e Italia, durante el Jubileo 2025 en Roma

La Confraternita Maria SS. Addolorata di Enna (Italia) / Álex Zea

Esta Virgen llamó mucho la atención en los días previos por la ceremonia de la Vestimenta, que realizaron en San Pablo Extramuros y que consiste en que es vestida por grupos de tres mujeres que, mientras rezan y con gran delicadeza, le van cambiando la ropa. Allí, en la carpa antes de salir, fue arreglada por tres hombres de la hermandad, que la arreglaron con esmero y aprovechando el austero ajuar de la Virgen.

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