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XXV Aniversario

Satué preside la misa de campaña a la Virgen de la Trinidad en la antesala de su procesión extraordinaria

En la ceremonia se estrenó la Misa Solemne de la Santísima Trinidad, compuesta por el ubetense Cristóbal López Gándara, a cargo de la Banda Sinfónica Virgen de la Trinidad y el Coro Ciudad de Antequera

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

El barrio de La Trinidad se ha despertado pronto este 25 de octubre. Con la alegría de las grandes ocasiones y muchos todavía tarareando alguna de las marchas que se escucharon por sus vías en el pasacalles de la noche del viernes. Familias y amigos se dirigían desde primera hora para coger sitio en la plaza de San Pablo, donde el obispo de Málaga, José Antonio Satué, oficiaba una misa de campaña en la que la Virgen de la Trinidad era la protagonista absoluta, iniciando la celebración de su XXV Aniversario de la Coronación Canónica que culminará esta tarde con una procesión extraordinaria.

Satué se encontraba ante un público expectante. Era su estreno en una plaza de San Pablo que se llena en la madrugada del Sábado de Pasión para la Misa del Alba del Cautivo y la Trinidad. La ocasión merecía la presencia del prelado, que se desenvolvió con conocimiento de la cofradía y del barrio. Hizo una homilía con contenido, estructurada en tres ideas y lanzando mensajes muy claros hacia el público. Además de tomarse la licencia de engarzar la personalidad del barrio con las advocaciones que forman parte de él, en un remate de la homilía en la que dio justa medida de su altura (no solo física) como predicador y su compromiso con los que más sufren.

Confiar, acoger y amar

La homilía del obispo de Málaga giró alrededor de tres verbos, que invitó a conjugar a los presentes en su día a día: confiar, acoger y amar. "La Virgen de la Trinidad nos enseña a confiar, nos invito a rezar a Dios como Ella y con Ella, expresarle vuestras procupaciones y alegrías, hablarle de vuestros hijos y nietos, de vuestros problemas y de los que sufren", apuntó Satué, quien hizo una defensa de la oración: "Los momentos de oración no son una pérdida de tiempo, sino una inversión para vivir con más amor y alegría"

Sobre 'acoger', el obispo de Málaga recordó que la Virgen dio todo un ejemplo, acogiendo al Hijo de Dios "en su seno y lo acompañó hasta la Cruz". "Un hijo transforma nuestras vida de forma profunda y para siempre. Cuando acogemos a Cristo tsomos nuevas criaturas", apuntó Satué, quien indico que hay que dar un paso más, pues "Jesús se identifica con los pobres, los forasteros, los enfermos o encarcelas. En el más humilde encontramos a Jesús Vivo y en Jesús encontramos a Dios".

Remató el hilo de su homilía con una reflexión sobre 'amar', dejando claro que la Virgen "vivió una intima unión con el Espíritu Santo y se dejó transformar por sui acción". Afirmó que amar se dirige a todos, en especial a los más cercanos: "Si un hermano o una hermana en la fe nos ha hecho daño, pidamos que nos ayude a perdonar. Algunas ofensas no podemos superarlas por nosotros mismos, es superior a nuestras fuerzas, pero si pedimos ayuda al Espíritu Santo, poco a poco puede disponer nuestros corazones y voluntades a la reconciliación".

En la ceremonia se estrenó la Misa Solemne de la Santísima Trinidad, compuesta por el ubetense Cristóbal López Gándara, a cargo de la Banda Sinfónica Virgen de la Trinidad y el Coro Ciudad de Antequera. Además, esta obra incluía el canto de entrada a la misa, con letra escrita por Ignacio A. Castillo, y musicalizada por Gándara.

Traslado

Con los cohetes de fondo sonando en toda la ciudad, tras la misa se realizó el traslado de la Virgen de la Trinidad a la casa hermandad, en el trono de traslado de la hermandad. El trono fue portado por antiguos hombres de trono mayores de 55 años y se realizó por el recorrido más corto, con el acompañamiento musical de la Banda Escuela de la Trinidad Sinfónica.

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