Semana Santa Málaga 2025

La Pascua vuelve a esperar al Resucitado

Las previsiones meteorológicas impiden, por segundo año consecutivo, que se ponga en la calle el cortejo agrupacionista

José Luis Pérez Cerón

José Luis Pérez Cerón

Málaga

"Cuando llegue la siguiente primera luna llena de primavera". Con estas palabras terminaba la crónica de la mañana del Domingo de Resurrección hace un año cofradiero. Al amanecer del mismo día, pero de 2025, la Agrupación de Cofradías informaba de la suspensión de la salida del Resucitado, dada la inestabilidad meteorológica. La sensación de espera, un año más, es la misma.

La institución de San Julián anunciaba que no quería poner en riesgo no solo su patrimonio, sino también el de las cofradías y hermandades que conformaban su cortejo con los guiones y túnicas. Este año, la acción se resumía en un acto religioso privado y la apertura de puertas con la presencia de las bandas que iban a acompañar en la procesión: Bomberos, El Carmen y La Paz. Siendo el Cristo Resucitado el leitmotiv de nuestra fe, lo que da sentido incluso a la celebración de la Semana Santa, ¿no tendría más significado que los cofrades pudiesen reunirse en oración ante la imagen de José Capuz y se inundasen de la alegría que se espera de este nuevo tiempo?

Concierto de la banda del Carmen ante las imágenes del Resucitado y la Reina de los Cielos

Gregorio Marrero

Expuestas en veneración

Tras la apertura de puertas en hora y fecha indicadas, las imágenes del Resucitado y la Reina de los Cielos quedaban expuestas a la veneración sobre sus tronos procesionales. Apenaba que la lluvia, que se hizo presente sobre las 10.30 horas, dejase en la estacada por segunda vez consecutiva el trabajo de un grupo de cofrades que dejan el tiempo de sus familias y sus hermandades para una procesión sin cofradía. Ese es el verdadero valor que se aplaude cuando la rabia vuelve a ser contenida por los mismos, muy pocos, que hacen posible este "espacio de nadie y a la vez de todos".

La amenaza de lluvia suspende la salida del Resucitado en 2025

Paraguas a las puertas de San Julián. / Eduardo Nieto

Mientras, fuera de San Julián y de sus galas, la Semana Santa se cierra. Familiares despiden, a la puerta del coche, a los que vinieron de fuera unos días para quedarse a dormir ocho donde normalmente son cuatro. Las vecinas recogían las balconeras con las que engalanó su casa al paso de su Virgen. Unos itinerarios, ya sin más validez que la historia, acababan en las aceras desparramados. Los quiosquillos en la Alameda empezaban a guardar la mercancía. La ciudad real, la de los barrios, volvía a sus tardes de preparación para un nuevo lunes. Y hay quienes echaban ya cuentas, aun con el tiempo de glorias, para saber cuánto falta para revivir el milagro de que vuelva a ser Domingo de Ramos en Málaga.

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