Zamarrilla renueva su devoción con la ciudad

La corporación realizó su salida procesional este Jueves Santo, a la que acudieron cientos de malagueños y en la que la cofradía recuperó el exorno de los lirios para el Cristo

La Virgen de la Amargura de Zamarrilla sale a la calle

Javier Gallardo

Javier Gallardo

Javier Gallardo

 Lo escribió el periodista Chaves Nogales, las cofradías son obra del pueblo. Y es este el que construye sus devociones. Siglo tras siglo a lo largo de la historia. O en el día a día de una ermita como la de Zamarrilla, donde a diario reciben los titulares de la hermandad las visitas de sus vecinos, como un hábito más en el día que dota a estas imágenes de cercanía y familiaridad. Hoy es Jueves Santo y el peso de la devoción se palpa aún más en este lugar. Sale a la calle el Cristo de los Milagros y la Virgen de la Amargura, el centro del Jueves Santo para muchos malagueños que cada año renuevan su devoción con ellos.

La espera

Falta una hora para la salida y en la calle Mármoles se agolpa la gente en una de las aceras, la izquierda, aprovechando la sombra. Público que rato después comenzaría a multiplicarse sin importar el sol que caía de pleno en la tarde. En los edificios, balcones completos de familias. Cada uno a su forma, cada uno con su historia.

En las puertas de la ermita y casa hermandad de Zamarrilla se genera una bulla constante de portadores y nazarenos —descapirotados— que vuelven a reencontrarse un año después. Saludos, abrazos y comentarios de todo tipo. Desde balances de lo que ha transcurrido de semana hasta anécdotas y nervios que se comparten entre uno y otros. Ritos que se repiten y renuevan. Nazarenos que iban formando en la plaza colindante a la ermita, bajo el sonido de los músicos afinando sus instrumentos. En el interior de la ermita, las insignias. En la casa hermandad, ambos titulares. Y en el ambiente, la hermandad que ansiaba hacerse cofradía.

Recuperación de un exorno

Marcaba el reloj la hora y las puertas de la ermita se abrían para comenzar a escupir nazarenos desde su interior. Al Cristo de los Milagros lo acompañan nazarenos que visten hábito morado, el mismo color del exorno que este año recuperaba la cofradía. Un exorno clásico, de siempre, como esa foto en sepia que inmortaliza al Señor y que un portador repartía en forma de estampa momentos antes de la salida. Lirios para este Cristo que un día tallara Francisco Palma Burgos y en el que se intuye una referencia clara al desaparecido Cristo de la Buena Muerte y a la obra de su admirado Pedro de Mena.

Hundido en el monte de lirios hacía su salida el Señor de los Milagros, que posteriormente, ya en la calle, se elevaba al son de la Banda de Cornetas y Tambores del Carmen del Perchel, que interpretaba el toque de oración. Y si clásico era el exorno, clásico también fue el repertorio interpretado para que el crucificado alcanzara las calles Martínez Maldonado y Mármoles. La curva muy despacio, andando, para dejar al imponente Cristo enmarcado por el cielo de este Jueves Santo. La estampa de la tarde en este rincón de la ciudad.

Salida procesional de Zamarrilla este Jueves Santo de 2025

Salida del Cristo de los Milagros de Zamarrilla / Gregorio Marrero

Y la rosa

Si una flor destacaba en el Señor, indudablemente otra es la que identifica a la antigua dolorosa que dan culto en la hermandad. Una rosa que la Virgen lleva prendida en su pecho en recuerdo de aquella leyenda, cuando amparó al bandolero bajo su manto. Hoy la Virgen de la Amargura ampara a todo aquel que a ella se acerca entre sus brazos extendidos. Una posición de los brazos de la imagen, que más allá de realzarla, refuerza la estampa de una madre que acoge a sus hijos.

Con más demora que el Señor, terminaban de salir de la ermita los tramos de nazarenos rojos que anteceden al antiguo palio y manto bordados en terciopelo rojo, el color de la Amargura. Nazarenos de vela y de insignias, entre las que destacaba el personalísimo estandarte —al igual que el del Cristo de los Milagros— donde se observa la mirada al cielo de la dolorosa. Y tras ellos, la imagen mariana, que lucía la corona denominada zamarrillera y a la que acompañaba la propia banda de música de la corporación.

Salida procesional de Zamarrilla este Jueves Santo de 2025

El público graba con sus móviles la salida de Zamarrilla este Jueves Santo de 2025 / Gregorio Marrero

La maniobra de salida la realizaba con la misma cadencia y temple que el primero de los tronos, alargando la mecida en cada paso de la curva hasta el extremo. La marcha y las molilleras del palio ponían el sonido. Las esquinas florales —voluminosas y valientes—, el olor. Al alcanzar el centro de la calle, el paso de los portados se alargaba para darle un ritmo mayor al andar. La Virgen se alejaba en el horizonte de la calle Mármoles, donde la banda interpretaba marchas como “Virgen de las Aguas” o “Aniversario Macareno” y donde no faltó en ningún instante el calor de la gente que la esperaba.

Salida procesional de Zamarrilla este Jueves Santo de 2025

La virgen se alejaba en el horizonte de la calle Mármoles / Gregorio Marrero

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