Ayuda

Rocío de Málaga, solidaridad victoriana

La hermandad victoriana ha transformado este año la cita de ‘Un clavel para el Rocío’ en un evento solidario para donar alimentos y productos no perecederos para familias solidarias

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

La tradicional donación de claveles a la Virgen del Rocío del Lunes Santo, la ya conocida ‘Un clavel para el Rocío’, ha sido transformada por la cofradía en una recogida de alimentos y productos no perecederos para las familias necesitadas. Una iniciativa que está teniendo una generosa respuesta por parte de los vecinos de la Victoria, que están acudiendo a lo largo de este Lunes Santo a la parroquia de San Lázaro para entregar su aportación. A muchos les cogió de improviso, lo que no impidió su compromiso de vuelta con su ayuda, ya que las puertas de San Lázaro permanecerán abiertas hasta las 21.00 horas.

Los submarinos de ambos tronos dieron un empujón a esta donación y a media mañana aparecieron con más de 500 kilos de alimentos no perecederos, productos de higiene personal y alimentos para bebés, gracias a la colaboración de Maskom. Además, las peñas de la zona donaron otros tres coches llenos de comida, que fueron descargadas en la iglesia de San Lázaro. La previsión es que se logre una importante donación de comida a lo largo de todo el día. De hecho, en las dos primeras horas ya se había llenado la cesta de recogida de comida un par de veces y la cola no paraba en la puerta de San Lázaro.

La donación de alimentos tenía además el aliciente de que tanto el Nazareno de los Pasos y la Virgen del Rocío lucían espectaculares en la iglesia de San Lázaro, que había sido transformada al completo para acoger a los fieles y presentar a sus titulares a la veneración. Con un acceso separado de la salida y un recorrido claro muy marcado, los vecinos de la Victoria acceden a lo largo de todo el día al templo. Además, no hay cierre de puertas, la visita se puede hacer a cualquier hora hasta las 21.00 horas.

El Señor de los Pasos recibe al visitante casi a la altura de los ojos. Está sobre un elaborado monte de corcho con flores moradas y rojas, símbolo de la Pasión y muerte de Jesús. Con su túnica morada, el impacto al visitante es inmediato. En la ubicación del altar mayor, se ha montado un impresionante altar para situar a la Virgen del Rocío, que domina la escena desde cierta altura. Los hermanos de la cofradía han utilizado el frontal del trono de la Virgen para confeccionar el altar, enmarcado por un dosel de color burdeos. Las flores blancas acompañan con elegancia la saya blanca bordada en oro de la Virgen del Rocío. A su derecha, un pequeño altar de insignias con el sagrario vacío y la figura de un pequeño Niño Jesús vestido de nazareno, pero con el antifaz levantado. Este año no se lo bajarán.