Lunes Santo

Cautivo nuestro que estás en la Trinidad

Mayores, jóvenes, de Málaga, de fuera, altos, bajos... todos unidos por la devoción a Jesús Cautivo. Está por encima de cualquier comprensión, pero ahí está y hay que vivirlo

Salida del Cautivo este Lunes Santo de 2025 de la Semana Santa de Málaga

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

Una mujer de 76 años tuvo que ser atendida de una lipotimia durante la salida de Jesús Cautivo. Este Martes Santo tenía una colonoscopia y no había comido en todo el día, pero no quiso renunciar a ir a ver la salida. Tuvo que ser atendida por Protección Civil. Poco después, una chica de 18 años sufría también una lipotimia. También llevaba varias horas de pie y sin comer por ver al Cautivo. Son de generaciones diferentes. Una ha vivido el teléfono con rueda, la televisión con dos canales (cuando la hubo) y vio en el videocasete VHS una revolución. La otra es de una generación que vive a través de las redes sociales y el mundo virtual. Pero ambas están unidas por una historia común. La misma que une a miles de personas de toda clase y condición en Málaga todos los Lunes Santo: Jesús Cautivo. La Trinidad se convierte en uno de los centros de peregrinación más importantes de Andalucía. Llegan en metro, en autobús, andando, en coche o en tren. De Madrid, de Coín o de la calle Carril. Todos unidos por la devoción a Jesús Cautivo, tanto los mayores como los jóvenes, los que van en pantalón de pinzas o de chándal. No hay diferencias, porque bajo la mirada del Cautivo todos se (nos) encontramos desnudos, sin artificios, frente a Jesús que inquiere, pregunta, consuela y anima. El público se desarma, llora o calla. Los hay que gritan: "Viva Jesús Cautivo" desde un balcón como si les fuera la vida en ello. Otros le lanzan un clavel, se persignan o musitan una oración. Se hacen fotos o conectan en directo con algún familiar que está lejos y no puede menos que llorar aunque vea al Cautivo con un tamaño de 9:16, lo que da una pantalla de móvil. En vertical, claro, como mandan los tiempos actualmente. Es difícil explicar lo que se vive y se experimenta. Si no se ha estado metido entre el público, visto a una chica llorar a lágrima viva al ver a Jesús Cautivo y sólo Dios sabe por qué. O jóvenes de más de 1,90 de altura, cuerpos de gimnasio, tatuajes y desinflarse cuando lo ven llegar. O a las promesas caminar descalzas, con los ojos tapados o acompañando a un familiar mayor. Son miles lo que están unidos por este vínculo. Puede que no se conozcan, pero todos se reconocen cuando ven una estampa del Cautivo en la cartera, en la funda del móvil, tatuado en el brazo o en una cadena.

Entrar por la calle Mármoles media hora antes de la salida de Jesús Cautivo es hacerlo por una vía abarrotada, con miles sentados a cada lado. Quizás lleven horas en sus sillas de plástico, cogiendo sitio. Los más afortunados, a la sombra. Es el 'recorrido oficial' de Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad. Aunque hay sillas en este recorrido, no hay ni tribunas ni abonados. Solo pueblo. La calle Carril es uno de los puntos donde el Cautivo se encuentra con sus vecinos. La mayoría viven allí, bajan la silla de sus casas y viene la familia a encontrarse allí en la tarde del Lunes Santo. Más adelante, en la Trinidad, esa calle Larios popular, no se cabe. Algunos sentados, la mayoría de pie. Con paciencia y con ganas.

Cautivo | Lunes Santo 2025

La Virgen de la Trinidad llegando a la rampa de la Aurora. / Álex Zea / LMA

Salida

En el entorno de la casa hermandad se aprecia la impaciencia, pese al adelanto de la hora de salida. En los balcones de los edificios vecinos hay familias enteras mirando. Alguno se le ve con claveles en la mano. Todos esperan el momento. Llega el jefe de procesión, con túnica de la sección de la Virgen de la Trinidad, y da tres toques al portón del salón de tronos. Las puertas se abren y la cruz guía comienza a bajar la calle Trinidad anunciando que Jesús Cautivo está a punto de pasar. Tras ella, una escuadra de gastadores de los Regulares de Ceuta, presencia, junto a los mandos detrás del Señor, que mantiene los vínculos de la hermandad con este cuerpo militar.

Las largas filas de nazarenos del Cautivo van creando un camino blanco de capirotes que se ve avanzar por la calle Trinidad, con la iglesia de San Pablo de fondo, entre miles de cabezas. El Cautivo sólo tiene que seguirlos, tras una delicada maniobra para salir del interior de la casa hermandad. El público lo recibe con aplausos y vivas. Empiezan a sonar los sones de la primera marcha de la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Cautivo, 'Así te rezo'. Esta banda suena muy bien y en la calle se crece tocando al Señor. Enlaza con 'Sacrificio', dos marchas que acompaña la compleja maniobra de salida y los primeros compases en la calle. Después le seguiría 'Ruega por nosotros' en su bajada por la calle Trinidad, mientras se escuchan gritos de "vivas" y "¿Qué se le dice al Cautivo?". La curva en la plaza de Montes plantea otro giro de 90 grados. El espacio es amplio, pero se requiere destreza para hacerlo con la suavidad con la que se ejecutó, al ritmo de 'Silencio blanco'. "Un paso amplio a la derecha", indicaba el capataz, mientras el trono giraba de forma natural. La perfección hace fácil lo difícil.

El Cautivo por la calle Especería

Miguel Ferrary

Virgen de la Trinidad

El cortejo de la Virgen de la Trinidad es solo para valientes. Tiene tanto tirón el Cautivo, que los que acompañan a la Virgen de la Trinidad demuestran que la devoción va mucho más allá de seguir a la mayoría o las tendencias. Es una llamada tan personal que sólo lo entiende cada uno. Y allí se mantiene este grupo de nazarenos y portadores, casi descolgados por la gran cantidad de promesas que hay y sabiendo que muchos se van tras el Cautivo y no ven a la Virgen. Pero Ella reina pese a todo. La presencia que tiene esta imagen sólo la pueden, si acaso, igualar unas pocas. "Trinidad, a tus pies", con ese grito todavía resonando, el trono se pone en marcha para maniobrar hacia la calle Trinidad. Movimiento complejo, con el balanceo del palio contenido para no perder precisión en el paso.

La Banda Sinfónica de la Trinidad comienza a interpretar 'Alma de la Trinidad', la componente que lleva el banderín empieza a llorar y la Virgen brilla con el sol de la tarde en su barrio. Y con Ella brilla la cofradía.

El recorrido de vuelta, ya por Especería y Cisneros, se empezó a hacer a un ritmo más vivo. La posibilidad de que lloviera esta noche, aconsejó acelerar el paso, reduciendo las marchas y andando a tambor con paradas cortas. En apenas 20 minutos el trono de la Virgen de la Trinidad salió de la plaza de la Constitución y enfilaban la Rampa de la Aurora. Eso no impidió que se interpretase 'Rezo a tus pies' en la entrada de Especería, con todos los portadores cantando la letra y mucho público acompañando el cortejo.

Tracking Pixel Contents