Semana Santa

Expiración y el eclecticismo colosal

La archicofradía perchelera culmina el discurso procesionista de la jornada

Salida de la Virgen de los Dolores Coronada

José Luis Pérez Cerón

José Luis Pérez Cerón

José Luis Pérez Cerón

La noche empezaba a caer en el pequeño reducto de un Perchel que, como la aldea gala, resistió al imperio del siglo XX. Entre uniformes de gala de la Guardia Civil, expiracionistas de cuna, músicos con su instrumento en ristra, familias y políticos que aspiran a creer que son alguien se disponía la plaza para la salida de la Expiración.

La archicofradía, conceptualmente, es una amalgama de estilos y técnicas artísticas: el barroco de los Asensio, en la Virgen; los toques expresionistas de Benlliure, en el Cristo; la futura casa hermandad -quizás una lona no sea la mejor solución hasta que se haga- de aires rupturistas y actuales, el arte dorado de Granda o de Seco Velasco, la música de Artola, los bordados de Esperanza Elena Caro o el audiovisual inmenso en la fachada de enfrente: todo compone una sinfonía poliédrica que solo puede ser entendida en su conjunto, nunca como sucesión de partes.

En la sucesión de capirotes negros y morados, el recuerdo a la historia de la archicofradía: los estandartes históricos de la hermandad sustituían a los actuales por una noche, un intento frustrado en la Semana Santa de 2024. A la par, a los sones de 'Mater Mea', interpretada por la banda de musica de antiguos alumnos de Expiración, se elevaba el magnífico trono del crucificado, con mesa nueva y una restauración y restitución de sus elementos en madera. Una forma de perfeccionar lo que ya era una gran obra de arte.

Rodeados de la Guardia Civil, en la penumbra de su salida solo interrumpida por unos tímidos aplausos, el rigor. Lo inabarcable, colosal e impresionante. Una obra que impacta fuera y dentro. Los árboles de la avenida de Andalucía no eran obstáculo para ninguno de los tronos, pero los alzacables quedaban preparados.

Expiración | Miércoles Santo 2025

El Santísimo Cristo de la Expiración este Miércoles Santo 2025 / Eduardo Nieto

La Virgen de los Dolores salió a los sones del himno nacional y el suyo de coronación. Una estampa de color ocre gracias a la cera de la candelería y los arbotantes que sí fue recibida con sonoros aplausos. Se esperaba por fin una noche donde la dolorosa reinase.

En su camino al recorrido oficial, en la plaza de Camas, la cofradía se encontró con el parón de la Paloma. La Virgen de Duarte aceleró para permitir que la cruz guía de Expiración llegase al cruce con Cisneros. Entre los nazarenos del Cristo se entrelazaba una pequeña niña revestida del malva de Consolación y Lágrimas, dándole la mano a los nazarenos y sacándoles una sonrisa en los ojos mientras movía su campanita plateada. La escena se unía a la de los habituales habitantes de la plaza, desahuciados de la vida y refugiados en el soportal de Fusionadas. El contraste de una ciudad que une en un mismo espacio el lujo y la miseria.

Este enclave, lejos de ser parte del colapso de la jornada, permitió ver a Expiración con espacio y serenidad, mostrando un cortejo compacto, formal y dispuesto a volver a ser grabado con intensidad en el amalgama de sillas.

Tracking Pixel Contents