Sábado de Pasión

La Virgen de los Desamparados, sabor cofrade en este Sábado de Pasión

El grupo parroquial procesiona como cada año por la barriada de Los Corazones

La Virgen de los Desamparados a su paso por la calle Alozaina

Javier Gallardo

Javier Gallardo

Javier Gallardo

 Aportar al panorama cofradiero de la ciudad. Ser diferentes, ni mejores ni peores, a la hora de hacer las cosas. Diferenciándose del resto y ofreciendo algo único. Siempre bajo las pautas del trabajo y el buen hacer. Esto es lo que algunos grupos parroquiales o hermandades de vísperas, como el de la Virgen de los Desamparados, ofrecen a la ciudad. Y debe ser verdad esto del trabajo y buen hacer, porque el resultado en la calle de este grupo se palpa.

El rigor y el sentir nazareno bien podrían servir como adjetivos para definir a la corporación que procesiona cada Sábado de Pasión por la barriada de Los Corazones. Filas nazarenas, de penitentes con hábito negro y mirada al frente, muy nutridas y compactas, que iban generando un ambiente de recogimiento a su paso con independencia de la calle. Ya fuese por zonas amplias o por calles que se prestaban al recogimiento, como Carratraca y Alozaina.

Arropada en todo momento la dolorosa que tallase el malagueño Juan Vega y que procesiona sobre las antiguas andas del crucificado de la Redención, de la Archicofradía de los Dolores de San Juan. No solo por vecinos de la zona, sino también por público cofrade que se desplazaba hasta la barriada para contemplar esta salida penitencial, buscando el estilo y formas de entender la Semana Santa que aquí se ponen en práctica.

Elegancia

La elegancia no solo la demuestran a través de sus formas en la calle. También lo hacen en la organización del cortejo y en las insignias que discurren dentro del cortejo. Como el estandarte de la Virgen o la cruz de guía, insignias con un diseño clásico y con sabor cofrade.

Y la música, otra de las aportaciones que aquí se encuentra. Un repertorio interpretado por la Banda de Música de Santa Cecilia y cuidado al extremo. Avanzaba la Virgen de los Desamparados sobre los hombros de sus portadores y alguna que otra portadora, vestidos todos con túnica negra y haciendo también gala de la seriedad, por las mencionadas calles Carratraca y Alozaina a los sones de marchas como “Margot”, “Tus Dolores son mis Penas” o “Bajo tu manto”, del recordado Eloy García. En definitiva, sabor cofrade en este último día de vísperas de la que ya es una nueva Semana Santa.

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