Martiricos

Medinaceli abre el Viernes de Dolores

La hermandad de Martiricos, que retrasó un poco su salida para esquivar la lluvia, vuelve a procesionar por el centro histórico

Jesús de Medinaceli, a las puertas de la casa hermandad de Pollinica

José Luis Pérez Cerón

José Luis Pérez Cerón

José Luis Pérez Cerón

La primera hermandad en ponerse en la calle esperó a que las últimas gotas del chispeo de la tarde cesasen para salir con tranquilidad. Minutos más tarde de lo previsto, Medinaceli se puso en las calles para, un año más, alcanzar el centro histórico desde el vecino barrio de Martiricos. Actualmente es la única hermandad de víspera que alcanza el corazón de la ciudad, una iniciativa que, probablemente, sea contraproducente.

La corporación contó con unas filas nazarenas más nutridas que otros años. Muchos jóvenes se animan a formar parte de la procesión de Santo Tomás de Aquino para acompañarles en su caminar. Este año pudieron verse, entre otros estrenos, los ciriales del Señor y el manto de la Virgen de la Candelaria.

Descendiendo hacia El Molinillo, el público acompañaba a los tronos a su alrededor, mientras el barrio esperaba tranquilo. Apenas un grupo de personas esperaba ya a la comitiva junto a la capilla de la Piedad. Eso sí, calle Parras contaba con bastante público al paso de la cofradía por las puertas de Pollinica. Ante las imágenes ya entronizadas, y con los hermanos del Domingo de Ramos en plena faena, ambos tronos pasaron haciendo cambios. En el caso del Señor de Medinaceli, con la marcha 'Al Señor de Jerusalén'; en el de la Virgen de la Candelaria, con 'María Santísima del Amparo', de Molero.

Más allá de los habituales momentos estelares de la hermandad, su sino parece seguir estando en su barrio, en Martiricos. Donde se crece en hermandad es en los orígenes para, cuando sea oportuno, llamar a las puertas de San Julián con los suficientes galones.

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