La salida de la hermandad es un encuentro de familias y vecinos, un incesante ir y venir de saludos, de "¿Cómo estas?", y de "mira quién está allí". Todo un barrio se agolpa en las calles que hay alrededor de la casa hermandad. Su vecina más importante, la que los escucha todos los días, conoce sus penas, alegrías y sueños. La Virgen de la Piedad se hace a la calle después de que la elegante cabeza de procesión llegue a la casa hermandad. Tres, muy rotundos, golpes en la puerta son el aviso de que se abran. Las filas de nazarenos van pasando por delante. Todos se giran para saludarla fugazmente, quizá la única vez en la que estarán tan cerca de la Virgen hasta el encierro. Por algo los nazarenos son penitentes, tan cerca y tan lejos de su devoción.

La Banda de Música de Zamarrilla comienza a interpretar 'La Piedad', con la que el trono se echa a la calle. Es un tramo, cuando sale a la calle San Bartolomé se vive un momento especial para la cofradía. La periodista Fátima Salmón, desde un balcón, le recita una poesía a la Virgen de la Piedad. Tras ella, una sentida saeta interpretada por Celia.

Sigue el trono de la Virgen de la Piedad para entrar en la Cruz del Molinillo. Allí le espera un momento diferente. El grupo de música religiosa Hakuna Group Music se prepara para interpretarle la canción 'Madre', de su último disco. Una música diferente a la habitual de banda, hecha con guitarras y un coro.

Mientras, la calle Ollerías bulle con la próxima llegada de la Piedad. Es una de sus calle más emblemáticas en su recorrido. La frontera en la que abandonan sus barrio para entrar en el Centro y su camino de regreso a su casa. 'Milagro de tu mirada' fue la elegida para esa entrada, bajando con paso firme la cuesta de entrada. Los tambores roncos de la cabeza iban callando la calle Ollerías a su paso. La Virgen de la Piedad estaba llegando al Centro.