Hermandades del Viernes Santo malagueño

Descendimiento, luto bajo el sol de abril

La hermandad de La Malagueta ha sabido crecer como hermandad de Viernes Santo en un barrio de escasa tradición cofrade. Pero, poco a poco, ha definido su carácter con humildad y trabajo callado

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

Las fechas de la Semana Santa, en el comienzo de la primavera, aseguran unos cambios de tiempo muy bruscos. Si el Martes Santo hubo lluvia, el Viernes Santo se podía ver a los portadores del trono del Descendimiento sudando por el paseo de Reding. Calor y sol que había brillar el dorado del trono y se consumía en el negro de las túnicas. Algunos cirios se combaban por el calor, pareciendo que ese buen tiempo casi quería borrar el luto de la cofradía, recordando que en dos días celebramos la Pascua.

Ese calor hizo que el arranque de la procesión fuera duro. La salida del trono de la casa hermandad es complicada por la estrechez, aunque con la marcha ‘Cristo de la Agonía’ hay que reconocer que todo se hace más fácil. La Banda de Música de la Cruz del Humilladero es una veterana de la Semana Santa y sabe darle el ‘tempo’ que necesita el trono en cada momento.

Muchas caras jóvenes bajo el varal y en el submarino hacen pensar que, si se trabaja bien, hay un futuro donde la falta de portadores sea un recuerdo. También estaba de estreno Pablo, capataz en el Cristo, que iba seguro en sus labores y llevando el martillo que era de su padre, mayordomo de Nueva Esperanza. Somos muchos los que le echamos de menos.

Salida de Descendimiento este Viernes Santo

Miguel Ferrary

La hermandad de La Malagueta tiene mucho mérito. Ha sabido crecer como hermandad de Viernes Santo en un barrio de escasa tradición cofrade. Pero, poco a poco, ha definido su carácter con humildad y trabajo callado. Su presencia en la calle es rotunda. Juan Manuel Sánchez Quiñones, su vestidor, ha sabido reforzar la presencia de la hermandad a través de su visión estética. El grupo del Descendimiento está mucho más cuidado y con las ‘tres Marías’ hacen que el conjunto gane mucho.

La Virgen de las Angustias presentaba un palio espectacular, con el ángel de plata de un antiguo estandarte presidiendo el techo de palio. Además, el bordado de las bambalinas, que recuerda al que lleva un traje de luces, es todo un acierto. En el futuro, no muy lejano, el bordado del manto será una realidad siguiendo esta línea. Fue sacada por los toques de campana del diputado Juande Villena, cofrade de la Sangre y que desarrolla además una gran labor social.

La salida de La Malagueta se hizo con el sonido de las saetas de Conchi Claros, que le dedicó a ambos tronos por iniciativa de la Asociación Pro Tradiciones La Coracha, que le hizo además una ofrenda floral a ambos tronos.